Por Mariela Branda
Ayer por la tarde llegó el gobernador, Mariano Arcioni a Rawson luego de haber participado en Comodoro Rivadavia de varias firmas de obras y programas. No fue un día más. Tuvo reuniones individuales con algunos de sus colaboradores y ministros. Les adelantó que se tomará unos días para decidir los cambios. Sobre todo a quién ofrecerle las áreas donde se generarán las salidas.
Algunos cambios ya se venían barajando desde hace tiempo. Son los casos de Educación, Turismo y Familia. Tal como adelantó La Tecla Patagonia en una nota publicada ayer, la intención es oxigenar las primeras líneas del Gobierno. También habría cambios en algunos entes descentralizados y segundas líneas. Hoy se concretó el pedido de renuncia a todo el Gabinete.
El cambio que más ruido hace es el de Federico Massoni, amigo personal del gobernador, pero con quien viene teniendo roces desde hace algunos meses. Massoni ya se fue y ya volvió al Gobierno. Desde entonces la relación no habría sido la misma, reconocen desde los entornos de ambos.
El resultado de las elecciones y la baja importante en los números obtenidos respecto a las PASO terminaron de quebrar la relación desde lo político e indefectiblemente también desde lo personal. Según pudo averiguar este medio ya hubo un encuentro breve entre ellos donde charlaron de los resultados y compartieron sensaciones. Fue políticamente correcto, pero el enojo está.
La salida de Massoni del ministerio de Seguridad será probablemente la más polémica. Es esperada por un sector del Gabinete. Su renuncia se encuentra a disposición desde ayer. Ya suena el nombre de Leonardo das Neves, actual titular de la Agencia de Seguridad Vial, pero concreto nada.
El otro postulante de la lista, el ministro Fabián Puratich sostuvo en declaraciones a la prensa que también puso a disposición su dimisión el mismo domingo a la noche y habló de la necesidad que todos sus pares hagan lo mismo para fortalecer la gestión de Mariano Arcioni. Finalmente el Gobernador concretó ese pedido hoy.
En el Ejecutivo lo que se analiza es mucho más que el resultado de ayer. Los números lograron encauzarse hace unos meses lo que permitió volver al territorio, salir de la emergencia, del alto nivel de conflictividad que se vivía a diario en la provincia. Ahora la necesidad pasa por lo político. Arcioni necesita relanzar su gestión. En el plano financiero lo logró y ahora deberá tomar decisiones que lo impulsen políticamente para poder continuar con mayor tranquilidad los dos años que tiene por delante.
El caso Santa Cruz
El primer mandato de la gobernadora, Alicia Kirchner, los primeros años fueron muy similares a los chubutenses con una salvedad: la oposición en la provincia más austral no era tan numerosa ni estaba tan fragmentada. Sin embargo, la analogía bien puede hacerse. En 2015 Alicia Kirchner ganó la gobernación. Asumió con serias dificultades financieras. No se pagaban sueldos, ni aguinaldos. No había clases, tampoco paritarias. Hubo marchas y manifestaciones constantes. La crisis social, política y económica se sentía en las calles, estaba a flor de piel.
Se puso en práctica un plan de ordenamiento de las finanzas riguroso y austero que incluyó no tomar deuda en moneda extranjera durante un largo tiempo. Se sostuvieron los empleos, no hubo un achicamiento del Estado en este sentido. Se tomaron préstamos en pesos con una financiación blanda que permitió cumplir los compromisos asumidos.
Para 2017 la situación provincial ya era diferente. Entonces, Alicia Kirchner, se enfocó en fortalecer su equipo y tomó nuevamente impulso político. Salió de la Casa de Gobierno, donde prácticamente había pasado los primeros años, volvió a las calles, al territorio, a los actos e inauguraciones. En 2019, el espacio conducido por la Gobernadora volvió a ganar las elecciones, en Diputados consiguió mayoría y se quedó con casi la totalidad de los Municipios.
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