19 de septiembre de 2025
REGION
Productores sureños en pie de guerra: Nación se niega a restablecer la barrera sanitaria
El SENASA ratificó que no dará marcha atrás con la flexibilización que permite el ingreso de carne con hueso desde el norte del país. Los ruralistas volvieron a denunciar riesgos para el estatus sanitario y hablaron de una “entrega de la Patagonia”

La tensión entre el Gobierno nacional y los productores del sur del país sumó un nuevo capítulo tras la reunión realizada en Buenos Aires entre representantes del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), funcionarios de Agricultura y dirigentes de las confederaciones rurales de la Patagonia. Pese a la presión ejercida, la presidenta del organismo, Beatriz “Pilu” Giraudo, fue terminante: la Resolución 460 no se derogará y la flexibilización de la barrera sanitaria continuará vigente.
El encuentro, realizado en la sede de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), dejó un saldo de bronca y frustración entre los ruralistas. “Algunos salieron puteando”, admitió un dirigente que participó de la mesa. Según relataron, la funcionaria no sólo descartó la derogación de la medida, sino que también negó la posibilidad de suspenderla por dos años, como pedían las entidades, hasta que se avance en un plan nacional para alcanzar el estatus de país libre de aftosa sin vacunación.
Desde hace tres meses, los supermercados de la región ofrecen carne con hueso proveniente de zonas del país libres de aftosa con vacunación, una práctica que estuvo prohibida durante décadas por razones sanitarias. Para los productores del sur, la apertura de la barrera pone en jaque el estatus de la Patagonia como área libre de fiebre aftosa sin vacunación, un logro que consideran estratégico para la producción y la exportación.
“Ya nos anticiparon que eso no va a suceder, así que eso es una mala noticia. No fue una reunión positiva”, reconoció César Guatti, delegado de CRA en Santa Cruz. Otros fueron más duros: “Esto es una entrega de la Patagonia, nos están metiendo carne con hueso sin control y encima nos piden que lo aceptemos callados”.
El malestar también se expresó en un comunicado conjunto, en el que los ruralistas reclamaron nuevamente la derogación de la Resolución 460 y advirtieron sobre las consecuencias que podría tener para el sistema sanitario argentino. “Solicitamos nuevamente la derogación de la Resolución 460. La presidenta fue clara y nos comunicó que no se derogará. Ante esta negativa, propusimos la suspensión por dos años”, remarcaron.
El frente de conflicto, sin embargo, no se agota en la discusión interna. Los productores también están atentos a las auditorías externas. El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile mantiene suspendida la compra de carne argentina proveniente de la Patagonia, y se esperan definiciones en las próximas semanas. A su vez, en noviembre llegaría una misión de la Unión Europea para inspeccionar el sistema sanitario regional, lo que genera preocupación entre los ganaderos.
La pulseada judicial tampoco está cerrada: la Cámara Federal de Tierra del Fuego ya ordenó suspender la resolución por 30 días, pero la medida aún no entró en vigencia. En paralelo, las entidades rurales aseguran que SENASA no ha dado certezas sobre si acatará el fallo.
“El enojo es generalizado porque sentimos que nos dejaron a la intemperie”, fue la síntesis de un productor al salir de la reunión. Para los dirigentes patagónicos, el desenlace no sólo expone una disputa sanitaria y productiva, sino también una fractura política con Nación. Como señaló un ruralista, “la sanidad de la Patagonia está en riesgo y el gobierno mira para otro lado”.