A un año de perder la Provincia, el MPN transita un campo minado del que no puede salir

El 16 de abril, pero del 2023, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) sufrió una cachetada que quedaría marcada a fuego desde entonces. Contra todos los pronósticos, el histórico partido provincial, que postuló para la Gobernación a Marcos Koopmann, perdió las elecciones provinciales y debió abandonar la conducción de la jurisdicción después de 61 años de gestiones ininterrumpidas.

La derrota electoral del espacio, que dicho sea de paso fue propiciada por un exMPN como Rolando Figueroa a partir de su postulación dentro del partido Comunidad, hizo volar todo por los aires y estalló una interna que tiene varias aristas.

En primer lugar, la lista Azul y Blanca del MPN que encabezan los sindicalistas petroleros Marcelo Rucci y Guillermo Pereyra, cuestionó la conducción actual del espacio, la cual está en manos de los exgobernadores Omar Gutiérrez y Jorge Sapag. “En el partido tiene que haber cambios. Sapag, Gutiérrez y muchos más deben retirarse”, fueron las palabras de Rucci. Cabe destacar que ambos tienen mandato hasta el 2026.

Sin embargo, hay otro sector del MPN que también está disconforme con cómo se maneja el partido actualmente. En una reunión de la Junta de Gobierno que se llevó a cabo hace algunas semanas, hubo cuestionamientos internos a la figura de Gutiérrez por la falta de autocrítica en las elecciones provinciales, la falta de financiamiento a las seccionales de la jurisdicción y también críticas dirigidas a militantes que se sumaron al Gabinete de Rolando Figueroa.

Pero además, existe una línea paralela dentro del Movimiento Popular Neuquino que, en las últimas semanas, ha hecho un trabajo de militancia territorial en toda la región. Dentro de ese grupo se encuentra el diputado nacional, Osvaldo Llancafilo; los diputados provinciales, Juan Sepúlveda, Gabriel Álamo y Claudio Domínguez; entre otros.

Una fuente le confió a La Tecla Patagonia: “Acá debe producirse un reseteo. El presidente de la Junta (Omar Gutiérrez) tiene que sacarse esa lógica de mandar desde el poder. Se reúne con dirigentes y no con la militancia”, expresó diferenciándose del exgobernador.

Lo cierto es que, en el año que pasó desde aquella derrota electoral, el MPN camina sobre un campo minado del que, por ahora, y pensando en su futuro, le cuesta salir.