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Argentina
26 de diciembre de 2021
INFORME ESPECIAL

Gobernadores patagónicos: cómo cierran la gestión 2021

El último domingo del año invita a hacer un balance del año en cada administración provincial en la Patagonia. La pandemia del coronavirus condicionó los recursos y los planes de los distintos mandatarios. El segundo año bajo la influencia del Covid-19, más las elecciones legislativas marcaron el pulso de 365 días complejos para los argentinos en general y los sureños en particular

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Por Mariela Branda, Julián Pilatti y Sebastián Simonetti

El último domingo del año invita a hacer un balance del año en cada administración provincial en la Patagonia. La pandemia del coronavirus condicionó los recursos y los planes de los distintos mandatarios. El segundo año bajo la influencia del Covid-19, más las elecciones legislativas marcaron el pulso de 365 días complejos para los argentinos en general y los sureños en particular.

Una de las particularidades es que tres de los gobernadores bajo la lupa no podrán ir por un nuevo mandato ya que transitan su segunda gestión. Y la otra restante tendrá seguro competencia interna abierta para lo que será una intentona por la reelección. De allí que cobra más relevancia este análisis en cada caso, ya que serán distintos pero igual de trascendentales los desafíos que deberá afrontar cada uno.

La Tecla Patagonia invita a repasar los más y los menos de las administraciones en Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz, para entender lo que pasó pero sobre todo empezar a pensar en lo que viene. Si los dos años de gestión que quedan logran sostener cierta normalidad, los gobernadores tendrán la chance reforzar y profundizar sus virtudes por un lado; y de dar vuelta la historia en el caso de aquellas que tengan más asuntos en el debe.

Arabela Carreras (Río Negro)


Fue un buen año para la mandataria rionegrina. Pudo desplegar mayor presencia territorial y poner en marcha varias programas y obras claves como por ejemplo,  el Hidrógeno Verde y la zona franca para Sierra Grande. 

En el plano político, su espacio logró renovar las autoridades del Tribunal Superior de Justicia donde quedaron designados algunos nombres allegados al sector. 
Gestión de la pandemia: durante el 2021 pudo contener mucho mejor la situación que el año anterior. El plan de vacunación fue exitoso y se estima que alcanza en la actualidad casi al 90% de la población. La disminución en la cantidad de contagios y el avance del plan de vacunación trajo a Carreras algo de alivio en este punto que estuvo muy complicado en la Provincia durante 2020. 

Al tiempo que se avanzó con la vacunación se fueron ampliando las actividades y el turismo sobre todo. Río Negro siempre mantuvo una posición más laxa que otras provincias de la región respecto a esta actividad. Se trabajaron de manera mancomunada con Nación en los protocolos para ir permitiendo gradualmente todas las actividades. 
En el plano educativo y vinculado con la pandemia, se trabajó en la virtualidad hasta que llegó la orden nacional del regreso a las aulas. No hubo mayores inconvenientes respecto a este tema. De igual forma, los estatales fueron regresando a la presencialidad sin problemas. 

En cuanto al manejo de conflictos,  no hubo este año mayores problemas con los gremios, ni sociales en la provincia de Río Negro. El mayor conflicto y que continúa vigente está relacionado a las tomas de tierra en la provincia que fueron proliferando. Algunas de las manifestaciones fueron violentas y provocaron destrozos sobre todo en la localidad de El Bolsón. La tensión con Nación respecto a este tema estuvo presente durante todo el año, con momentos mejores y otros peores, pero continúa vigente. La Provincia tiene una posición más dura con fuertes diferencias de criterios con el INAI, manejado por la rionegrina opositora al gobierno provincial, Magdalena Odarda. La situación se desbordó en varios momentos, incluso en una de los últimos incidentes en Cuesta del Ternero, murió un integrante de la comunidad mapuche,  sin embargo Nación se mostró muy reticente al envío de fuerzas federales. Los cruces entre Carreras y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández estuvieron a la orden del día, pero la mandataria logró sortear las diferencias, consiguió refuerzo de efectivos federales y las aguas se aquietaron sobre fin de año. 

Respecto del desempeño electoral: Juntos Somos Río Negro logró una muy buena performance electoral en estas elecciones legislativas. Logró sumar una banca en Diputado, asumida por el exministro, Agustín Domingo. De esta forma el partido provincial queda con tres representantes en el Congreso: Di Giácomo y Domingo en la Cámara baja y Alberto Weretilneck, en el Senado.

A pesar del resultado electoral y de las muestras de unidad hacia fuera, lo más complicado de manejar para Carreras este año fueron las internas propias. El 2023 asoma y no es un secreto que el senador, Alberto Weretilneck quiere volver al ruedo. Tampoco lo son las intenciones de la Gobernadora de tener continuidad. Esta puja de poder se notó en varias oportunidades durante el 2021, por ejemplo, durante las definiciones de los candidatos al Tribunal Superior de Justicia; durante la definición de las candidaturas, en los cambios de Gabinete. Este seguirá siendo el gran desafío para Carreras durante el 2022, poder seguir sopesando la sombra de su antecesor. 

A la hora de un balance económico, la pandemia pegó duro en las finanzas provinciales. Desde Economía debieron colocar deuda – que fue aprobada el año pasado para el 2021- en varias ocasiones durante este año. Durante la primera parte del año Río Negro pidió autorización a Nación para la emisión de hasta 5.000 millones de bonos de la Provincia, destinados inicialmente al pago de títulos que vencieron en abril y en julio. Se trató de  vencimientos por casi 4.000 millones. En tanto, en el mes  de septiembre venció la primera cuota de los intereses de la reprogramación del Plan Castello que pactó el año pasado con los tenedores de esos bonos, luego de un default extenso. Se trató de un pago de más de 6 millones de dólares. 
A pesar de las dificultades, Río Negro pudo pagar en tiempo y forma siempre los sueldos, otorgó aumentos en paritarias y cumplió con los aguinaldos.



Omar Gutiérrez (Neuquén)



El 2021 no fue un año más para el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez. La pandemia del coronavirus volvió a marcar a fuego el segundo año de su segundo mandato, condicionando en parte los planes previstos para la continuación de aquella primera gestión que comenzó en 2015.

Y tuvo un inicio de año complejo. Al rebrote de la pandemia del coronavirus se le sumó un conflicto salarial con los trabajadores de la Salud que tuvo en vilo no solo al gobierno provincial sino a gran parte de la sociedad durante dos meses. La intransigencia de la protesta llevó las negociaciones al límite, con cortes de ruta que paralizaron la circulación.
Esto generó un clima de malestar general que afectó la comunicación interna en el territorio provincial pero también, a medida que se fue prolongando en el tiempo, causó graves problemas de abastecimiento de mercadería y hasta combustibles.

Allí se abrió otro capítulo en la disputa porque por momentos corrió riesgo la labor de los trabajadores petroleros y por consiguiente la producción hidrocarburífera. No es ningún secreto que la gran carta que tuvo Neuquén durante los últimos años fue la producción de hidrocarburos, con eje en Vaca Muerta.

Por este motivo, uno de los activos que tuvo el reclamo de los autoconvocados fue el corte en la llamada ruta petrolera. Un golpe de alto impacto para las finanzas provinciales, a sabiendas de que el freno de mano a la actividad petrolera les garantizaría la escucha por parte del Ejecutivo.

El gran punto a favor que tuvo el gobierno provincial fue que no reprimió ni uno solo de los cortes. Ni cuando la tensión llegó a límites insospechados y se puso en jaque la producción petrolera. Allí, primero con el intento de las ministras de Salud Andrea Peve y de Ciudadanía Vanina Merlo, se intentó flanquear el conflicto. Luego fue el turno del titular de Interior, Osvaldo Llancafilo (ahora en Gobierno y Educación). Una de las claves de Gutiérrez para evitar el desgaste fue no exponerse él en primera persona. Tampoco su vice Marcos Koopmann, primero en la línea de sucesión.

De esta manera, si bien el conflicto se prolongó más de lo esperado, el no haber reprimido las protestas y finalmente logrado un acuerdo terminó dejando en tablas en este punto a la gestión. No podría decirse que se trató de una victoria, pero tampoco fue una derrota o un golpe para la gestión. Se asimiló, por más duro que haya sido el momento. Tampoco salió bien parada la oposición, que no hizo mucho para hacer las veces de mediador y en más de una vez intentó echar leña al fuego.

Y vaya si la Salud fue un tema central de este año. En primer lugar, hay que decir que el balance de lo que fue la administración sanitaria fue positivo. Neuquén es una de las provincias que mayor porcentaje de vacunados alcanzó desde que comenzó el plan de vacunación contra el Covid-19 en el país. Parte de ese testimonio son las maratónicas jornadas de inoculación en el mítico estadio Ruca Che, que no se detuvieron ni los domingos.

El dato a valorar en este punto es que la vacunación fue una de las banderas de la gestión de Gutiérrez durante la pandemia. En efecto, los vacunatorios no pararon ni en navidad.
 
En el plano político, el Gobernador sufrió algunos reveses. El más grande es más simbólico, hacia adentro del Movimiento Popular Neuquino. La derrota de la línea interna del mandatario provincial, la Lista Azul, fue un golpe para el conductor del partido provincial. No solo perdió un alfil en el Congreso, sino que quedó debilitado de cara al 2023. Si bien será otra historia, la derrota de la conducción del oficialismo sienta un precedente para la batalla por la gobernación, donde también habrá una interna con el ahora diputado nacional Rolando Figueroa.

No solo fue un traspié electoral sino una pérdida de terreno ante un viejo rival, que supo ser compañero de aventuras -hasta compañero de fórmula y gestión-, con el que ahora debe aprender a convivir y acordar políticas conjuntas. Y la reyerta se reeditará en el 2022, ya que promediando la mitad del año que viene se definirán seguramente las candidaturas para la sucesión de Gutiérrez.

En términos económicos, la llegada del Covid-19 en 2020 cambió el tablero de juego. Claro que si se compara al 2021 con su antecesor, la diferencia es notoria. El primer gran cambio es que este año se permitió el turismo, por lo que hubo un gran repunte de la actividad y se espera una gran temporada de verano, como en el resto del país. 

El otro gran salvavidas de la provincia fue -y es- la actividad hidrocarburífera. Hubo varios récords de producción que se batieron en el corriente y una vez más Vaca Muerta fue el motor de Neuquén. A tal punto, que el mandatario provincial aseguró que el Presupuesto 2022 será superavitario, gracias a que los ingresos por regalías se duplicaron en los últimos meses, mientras que los recursos nacionales y provinciales tuvieron un crecimiento de más del 50 por ciento.

Aun así, el gobierno provincial se vio en la necesidad de tomar deuda. La última vez fue semanas atrás, cuando la Legislatura dio luz verde al pedido un nuevo préstamo para realizar obras de infraestructura y otros proyectos en la provincia. Serán 61 millones de dólares, que según se informó, se utilizarán para la obra eléctrica “Cierre Anillo Norte”.

Cabe recordar que en julio, la Legislatura le había autorizado al gobierno a contraer deuda por 12.800 millones de pesos, en medio de una segunda ola de contagios por COVID y un panorama muy complejo desde lo económico, donde la provincia debía afrontar el aumento de salarios otorgados al sector estatal.

Sin embargo. el propio Gobernador informó meses atrás que 



Mariano Arcioni (Chubut) 


El gobernador Mariano Arcioni cierra un año inestable con momentos buenos para su gestión, y otros para el olvido. El fin de año se presentó mucho más difícil de lo esperado para el mandatario chubutense. El estallido social generado por la aprobación de la ley de zonificación minera – que luego fue derogada- dejó un sinsabor al Ejecutivo provincial que logró este año ordenar sus cuentas y ponerse al día con las deudas salariales. En el plano político, no hubo demasiados logros. Se logró completar las vacantes en el Superior Tribunal de Justicia y hacer un recambio necesario en el Gabinete aunque estaban previstos más cambios que se vieron postergados debido al contexto social. 

En principio, es preciso señalar que en la provincia el manejo de la pandemia nunca tuvo mayores inconvenientes. El plan de vacunación avanzó a ritmo normal logrando a esta fecha un porcentaje de vacunación arriba del 90% con una dosis y más del 80% con esquema completo. El sistema de salud pudo dar respuesta de manera ordenada a la demanda de pacientes durante todo el año. 

Se fue dando la apertura progresiva de actividades con el correr de los meses siendo el regreso a las aulas uno de los principales problemas. Los conflictos con los gremios de años anteriores y el estado edilicio de algunas escuelas demoró en algunos casos el regreso a la presencialidad escolar. Se lanzó un programa de escuelas de verano para intentar compensar los días de clases perdidos. 

Las actividades productivas no tuvieron sobresaltos, de igual manera el turismo que fue permitido durante el año con protocolos y cuidados. 

Manejo de conflictos: es uno de los ítems que presentó mayor problema para el gobernador, Mariano Arcioni. La provincia de Chubut viene atravesada por fuertes conflictos sociales. Primero por el pago de sueldos de manera escalonado; luego por la aprobación minera. El alto nivel de conflictividad social subyacente es aún una de las grandes preocupaciones de la gestión de Arcioni. A pesar que pudo contener los conflictos durante el año debido al ordenamiento de los pagos y sueldos, diciembre termina de la peor manera. Con la histórica Casa de Gobierno destruida, con grandes problemas debido a los incendios para realizar trámites simples. Con más de una docena de edificios públicos con daños. Y un ambiente social enrarecido. 

En cuanto al año electoral, el espacio propuesto por el gobernador, Mariano Arcioni, para las elecciones legislativas jugó con dos hombres fuertes del Gabinete: el ministro de Salud, Fabián Puratich; y el entonces ministro de Seguridad, Federico Massoni. Le fue peor de lo pensado, quedó cuarto detrás del Partido Independiente del Chubut. Arcioni viene atravesando años muy duros en materia económica y esto sin dudas tuvo su correlato en las urnas. A pesar que el oficialismo logró superar algunas diferencias internas que tenía marcadas a fuego durante la primera mitad del año, y que pudo mostrar algo de gestión luego de la recuperación económica, desde el Gobierno cree que el tiempo no fue suficiente. 

Respecto del balance económico, con la reestructuración de la deuda en dólares, la provincia logró el alivio necesario para poder ordenar el pago de sueldos y pagar la deuda salarial. Se otorgaron además algunos bonos compensatorios por la falta de paritarias. La pandemia también dio tregua y se reactivaron progresivamente las actividades en la provincia alcanzando ritmos alentadores. El ejemplo más claro fue el turismo que logró volver a niveles de la prepandemia. Hubo durante el año varios endeudamientos y refinanciaciones solicitadas desde el Ejecutivo y aprobados por la Legislatura. En julio pasado, se aprobaron 5 mil millones de pesos para pagar a los jubilados estatales, a quienes se les debía dos meses a los rangos tres y cuatro. Y a la otra mitad -$2.500 millones- fue destinada para compromisos salariales. En diciembre, la cifra aprobada mediante el Fondo Fiduciario fue de 1.500 millones destinados a la deuda con personal de Salud y 800 millones para la Policía. 
El año termina ordenado en materia económica y se espera para el próximo año un mayo despliegue en infraestructura y obras.


Alicia Kirchner (Santa Cruz)


No hay duda que tanto el 2020 como el 2021 fueron años adversos para los oficialismos. En Santa Cruz, todas las críticas que se le podían hacer a la ya larga gestión kirchnerista, se exacerbaron con la aparición de la pandemia, que debilitó las fortalezas que se habían conseguido o agravado todavía más las urgencias sociales.

Una de ellas fue la situación educativa. Un área en donde la oposición se paró para criticar con énfasis y hasta se convirtió en latiguillos de su campaña electoral. Es que en la provincia, las clases se mantuvieron de forma virtual hasta mediados de septiembre, siendo así una de las últimas regiones en donde se normalizó la educación. 

Así, el gobierno de Alicia Kirchner tuvo que hacer frente a las olas de críticas, que no solo salieron de parte de la oposición política, sino desde las filas de un grupo de padres o sectores independientes que pedían la vuelta a la presencialidad. En todo ese tiempo, el oficialismo argumentó que “no existían las condiciones” para una vuelta a las aulas de forma normalizada, debido a que en varias localidades de la provincia, la pandemia de coronavirus todavía seguía hakeando algunas localidades, como la propia capital Río Gallegos, Caleta Olivia y El Calafate. 

Pero la situación política para la gestión de Alicia Kirchner se volvió todavía más turbulenta con la llegada de las elecciones legislativas. Las PASO se convirtieron en el primer sacudón, luego de que el Frente de Todos perdiera por más de diez puntos, de la mano del intendente de Puerto Deseado, Gustavo “Kaki” González. Pero más allá de la derrota, significó la aparición de un nuevo adversario: el dirigente petrolero, Claudio Vidal. 

Luego de una dificultosa interna, el referente del partido SER se despegó completamente del oficialismo y anunció su candidatura para diputado nacional. Aquel portazo abrió suspicacias respecto a si Vidal realmente participaría de los comicios, o aquello era solo una jugada para hacer valer su perfil político.

Lo cierto es que, no solo el dirigente petrolero participó de las PASO, sino que se posicionó con grandes chances de entrar al Congreso. Finalmente, en las elecciones de noviembre el frente opositor Cambia Santa Cruz logró recuperar la banca de la diputada nacional Roxana Reyes (UCR), Claudio Vidal ganó su banca y el candidato del Frente de Todos,“Kaki” González, terminó tercero. Sin embargo, consiguió su lugar en la Cámara baja. 

Aquel terremoto electoral, desencadenó una reacción inusitada de parte de la gobernadora Kirchner, que le pidió a todos sus ministros que presentaran su renuncia, a modo de gesto. De todas formas, la primera mandataria provincial no hizo tantos cambios como se anunciaron. 

Tal como anticipó este medio en aquellos difíciles días para el gobierno santacruceño, la gobernadora aceptó la renuncia de su jefe de Gabinete, Leonardo Álvarez y después hizo un enroque con dos de sus ministros. La por entonces ministra de Desarrollo Social, Bárbara Weintezzel pasó como segunda en el ministerio de Salud y un cercano a la gobernadora, ocupó su lugar. Se trata del ahora nuevo ministro Jorge Ferreyra. 

Frente a los rumores de quién se haría cargo de la jefatura de gabinete vacante, voceros de la gobernación le confiaron a este medio que -finalmente- Alicia Kirchner no tomaría a nadie y seguiría gobernando sin un jefe de ministros. “Alguna vez ya lo hizo y no es indispensable por ahora”, aseguraron .

Dentro de los aspectos que generalmente se aprueban de un año difícil para el gobierno provincial, está el manejo de la pandemia, que -pese a las críticas relacionadas al retraso de la vuelta a clases- el control de los casos de coronavirus fue mucho mejor al de otras provincias, así como el manejo de las Terapias Intensivas. 
Actualmente, más del 80% de la población local cuenta con dos dosis y los casos se mantienen en el piso más bajo desde el comienzo de la pandemia. 

En cuanto a la economía, la Provincia actualizó contratos con las principales empresas petroleras y mineras, por lo que no habría grandes variantes el próximo año. Si bien para algunos economistas, la super dependencia de Santa Cruz a estos dos recursos es una realidad que debería abrir a debates acerca de cómo diversificar la producción, lo cierto es que los ingresos siguen siendo millonarios y la administración se hace más sencilla con dos grandes bocas como estas. 

Después, por supuesto, todo depende de las variantes internacionales respecto al valor de los commodities, así como el año que pueda hacer la economía nacional.



 

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