Como en todo el país, la Unión Cívica Radical (UCR) se debate en una interna que tiene como principal punto qué hacer con su alianza frente al PRO y otros partidos. A grandes rasgos, son muchos los que proponen una mayor autonomía (e incluso un camino que pueda llegar a romper relaciones) mientras que otra gran porción, cree que la histórica fuerza creció como nunca desde que cerró el famoso acuerdo de Gualeguaychú, junto a Macri, allá por el 2015. En Chubut, la historia es parecida. La UCR local se prepara para realizar su convención para el próximo sábado 3 de julio, en donde se podrían empezar a plantear esta interna. Será de forma virtual, por las razones obvias que impone la pandemia de coronavirus. En el encuentro por zoom habrá otras urgencias: renovar la identidad radical y destrabar rápidamente las diferencias internas para imponer candidatos propios, de cara a las PASO, que se avecinan para el mes de septiembre. En esa fecha, 112 convencionales tendrán la palabra, pero algunos deberán –insólitamente- trasladarse hacia otras ciudades con mejor conectividad a internet. Sin embargo, hay problemas más importantes que lo que hasta ahora parece más bien una anécdota: quien sea elegido para gobernar el Partido, tendrá muy poco tiempo para hacer cambios y afianzar su liderazgo. Por cuestiones burocráticas, tras la suspensión constante de este encuentro, quien presida a la Convención podrá llevar las riendas hasta el próximo 23 de noviembre. “La propuesta nuestra tiene el apoyo de diversos sectores, esta propuesta es mucho más plural y tiene el objetivo de abrir el partido. Queremos una conducción plural” Como se adelantó desde este portal, las posiciones en la UCR Chubut, no varían demasiado a lo que ocurre en otras provincias del sur y del país. Una porción de los dirigentes quiere que el partido vuelva a la histórica Lista 3, mientras que otros reafirman su lealtad a Juntos por el Cambio. La tercera opción es que el radicalismo conduzca directamente una Coalición, sin romper sus alianzas. Lo cierto es que allí reside un verdadero conflicto: las sucesivas derrotas y la falta de autonomía para hacer política dentro del armado macrista, generó un creciente malestar que día a día se traslada en el impulso de un nuevo aire dentro del radicalismo. “Lo venimos discutiendo. Es necesario provincializar la alianza y arrancar ahora, en esta elección de medio término, para que se instale este nombre final”, explicó Vera, en referencia a la necesidad que el frente que integra el radicalismo y demás fuerzas opositoras, cambie su nombre. Las opciones que se manejan son Frente Amplio Cívico y Social chubutense, o Frente Amplio por Chubut. Para el dirigente del Frach, en las negociaciones debe haber acuerdos sólidos y preservar la unidad, aunque lo diferenció del “amontonamiento”. “No podemos estar enfrentados en todo lo que se piensa y estar juntos. Hay que resolver esas cuestiones con respecto a la mirada de la sociedad”, justificó. En todo caso, el radicalismo quiere unir filas si al frente se pone la imagen del gobernador Arcioni. “Todo lo que se va a trabajar en la convención es para generar poder político para reemplazar a este Gobierno que nos tiene hace dos años con el peor ingreso per cápita del país; que se viene endeudando en dólares en un monto de 90 millones y medio en los últimos ocho meses para pagar gastos corrientes. El único logro de (Mariano) Arcioni es transformar una provincia viable en inviable, llena de recursos con pocos habitantes”, sentenció.
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