El 2020 estuvo signado por la pandemia y el Poder Legislativo no fue ajeno a ello. A la adaptación del funcionamiento, que incluyó sesiones remotas, semipresenciales y un calendario desfasado, se sumó el tratamiento de decretos y declaraciones de emergencia que hacían a la necesidad del Ejecutivo de legislar a contrarreloj, en una carrera sanitaria sin precedentes. |