La Tecla Patagonia
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"Cuando Dieguito tenga 18 años yo me voy a correr y va a ser bravo, tiene carácter fuerte. El año pasado lo enfrentó", confesó Ojeda, y detalló que Maradona la llamó por FaceTime y su hijo respondió ‘Papá, no, basta, no quiero, papá’: "Diego se enojó, gritó y Dieguito revoleó el teléfono".
“Esa fue la última vez que lo vio, hace un año y medio. Se va, se borra de la vida de Dieguito y eso duele. El día de mañana Dieguito va a preguntarle por qué lo hizo”, remarcó en Intrusos.
"No me hagan llorar…. Me duele que Diego sea así, me duele...”, dijo, con la voz quebrada Ojeda, en el piso de Intrusos.
Enseguida Rial confirmó que Maradona indicó que dentro de tres semanas volvía a Argentina, cuando finalice el campeonato en Dubai.
"No se si hoy le va a hacer bien verlo", sostuvo Verónica. Y habló de los problemas de salud que sufre Dieguito.
“A Dieguito le cuesta hablar, está con fonoaudiólogas, psicólogos, psicomotricistas. Neurológicamente está bien al cine por cien”, detalló, y asumió que “es un problema emocional, no físico, porque los estudios le dieron bien.
Verónica contó que hace unas semanas la maestra de Dieguito le pidió que dibujen a la familia, y se sorprendió con el retrato que hizo el niño.
"Yo vivo con mis papas en Ezeiza, y pense que los iba a dibujas a ellos. Pero no, dibujó una cara grande que era yo, se hizo a él chiquitito al lado mío, y al papá arriba chiquitito con unos grandes, una cejas gigantes y lo tacho, enojado", sostuvo.
Y agregó: "Cuando me llamó la maestra para hablar de este tema, me puse a llorar. No sabía qué decirle".
Aunque comenzó hablando sobre la relación de Maradona con su hijo Dieguito Fernando, la rubia también aprovechó para dar su versión sobre la boda de Dalma. "Yo tengo un montón de problemas con las chicas, pero hay muchas cosas en las que les doy la derecha. Tengo millones de quilombo con Dalma, pero el padre tendría que haber estado en el casamiento", disparó.
"Aunque esté peleado con todo el mundo, a él no le tiene que importar porque está en el casamiento de su hija. Era el casamiento de su hija y tenía que estar, aunque esté con cara de perro, tenía que llevarla al altar", planteó.
"Si después se quiere ir y no estar en la fiesta, que no esté, pero que la lleve a la iglesia", concluyó.