1 de diciembre de 2025
REGIONALES
Indice de Fortaleza Productiva: la Patagonia, salarios altos y fragilidades estructurales
El indicador elaborado por la consultora DosNueveVeinte , analiza ciudades intermedias (20-100 mil hab.) y destaca a las provincias del sur como región salarialmente alta, pero estructuralmente frágil con una fuerte dependencia petrolera
Un estudio elaborado por la consultora DosNueveVeinte, presenta el Índice Federal de Fortaleza Productiva (IFFP), una herramienta que analiza la capacidad económica y social de 29 ciudades argentinas de entre 20.000 y 100.000 habitantes, excluyendo capitales provinciales y áreas metropolitanas.
El informe, publicado en noviembre, destaca cómo estas "ciudades silenciosas" representan un potencial ignorado para un federalismo real, y utiliza a Río Negro como caso paradigmático de tensiones productivas internas.
El IFFP evalúa cuatro dimensiones clave: complejidad productiva (diversidad industrial y de servicios), salario privado relativo, dependencia estructural (de sectores volátiles o estatales) y contexto social (desempleo, pobreza e informalidad).
Con una fórmula ponderada, el índice genera puntuaciones de 0 a 10, donde valores superiores a 7 indican estructuras robustas, aunque ninguna ciudad supera los 8 puntos, lo que la consultora atribuye a un "techo estructural argentino".
En la tabla principal, General Pico (La Pampa) lidera con 7.67, seguido de cerca por Villa María (Córdoba) con 7.6 y Ushuaia (Tierra del Fuego) con 7.43.
En el extremo opuesto, ciudades como Viedma (Río Negro) obtienen solo 2.95, reflejando alta dependencia estatal. El estudio clasifica las ciudades en cuatro tipos: núcleos productivos robustos (como General Roca), enclaves extractivo-salariales (como Ushuaia), intermedias de complejidad media (como Cipolletti) y capitales administrativas (como Viedma).
El IFFP, analiza ciudades intermedias (20-100 mil hab.) y destaca la Patagonia como región salarialmente alta pero estructuralmente frágil, dependiente de shocks globales como petróleo, gas, pesca y turismo. Líderes sureños: Ushuaia (7.43, enclave promocional), Rawson (6.85), Río Gallegos (6.7) y Chos Malal (6.43), clasificados como "enclaves extractivo-salariales" (Tipo II). Río Negro sintetiza tensiones: General Roca (7.02, productiva robusta con industria y logística), Cipolletti (5.2, híbrida influida por Vaca Muerta), Viedma (2.95, administrativa dependiente del Estado) y Bariloche (5.5, bonus: turística-científica con alta desigualdad y vulnerabilidad). El sur revela potencial federal, pero con asimetrías que bloquean sinergias regionales.
El informe identifica patrones territoriales que dividen al país en "cinco Argentinas productivas": el Centro con alta complejidad no metropolitana, la Patagonia con salarios altos pero frágil, el NOA vulnerable por informalidad, el NEA con potencial fronterizo y ciudades estatales subrepresentadas económicamente.
Río Negro emerge como síntesis de estos modelos en tensión. General Roca, con 7.02 puntos, se destaca por su industria alimentaria, metalmecánica y logística, posicionándose como un "polo construido" similar a ciudades pampeanas.
Cipolletti (5.2) actúa como satélite de Neuquén, beneficiada por Vaca Muerta pero con riesgos de dependencia externa.
Viedma (2.95), la capital provincial, sufre baja complejidad y alta estatalización, con más del 50% del empleo ligado a la administración pública.
Como bonus, el estudio analiza Bariloche –excluida por superar los 100.000 habitantes–, calculando un índice de 5.5. Esta ciudad combina turismo premium y un enclave científico (como INVAP) con fragilidades: dependencia extrema del turismo, desigualdad y vulnerabilidad a shocks globales, como pandemias o fluctuaciones cambiarias. Santos la describe como "prosperidad sin desarrollo", un modelo único de "ciudad-estado turística" desconectada del resto de la provincia.
"Este índice no es un ranking de ganadores y perdedores, sino un mapa para potenciar el federalismo desde las ciudades intermedias", explicaron desde la consultora en el documento.
"Río Negro ilustra cómo estructuras políticas asimétricas bloquean sinergias: Viedma decide, Roca produce y Cipolletti mira hacia Neuquén".
El informe concluye que, sin coordinación institucional, estas ciudades compiten por inercia en lugar de construir regiones integradas.