China avanza a pasos agigantados en la robótica humanoide con la apertura de la fase II del Beijing Humanoid Robot Data Training Center, ubicado en el distrito de Shijingshan.
Este innovador centro, descrito como una “escuela” para robots, recrea entornos domésticos e industriales modulares para entrenar a estas máquinas en tareas cotidianas y productivas.
Los robots, como el modelo Kuafu de 1,65 metros de altura, realizan repeticiones exhaustivas para perfeccionar habilidades como la manipulación precisa de objetos, locomoción, coordinación, preparación de alimentos, organización de habitaciones, clasificación de paquetes y ensamblaje en líneas de producción.
El objetivo es recopilar millones de datos que aceleren el desarrollo de algoritmos, permitiendo a los humanoides adaptarse a entornos dinámicos y reales.
El entrenamiento incluye la presencia de dos operadores humanos por robot, quienes supervisan y guían las prácticas en “células” reconfigurables que simulan cocinas, dormitorios, almacenes y fábricas.
Sin embargo, esta tecnología plantea interrogantes sobre el futuro del trabajo humano. Los expertos señalan desafíos como la aceptación social, la seguridad en la convivencia y posibles resistencias por parte de los trabajadores ante la redefinición de roles laborales. Aunque los robots buscan complementar funciones repetitivas o peligrosas, su integración masiva en hogares e industrias podría transformar el mercado laboral.
Este centro representa un hito en la carrera global por dominar la robótica humanoide, donde China compite con empresas como 1X Technologies (NEO para tareas domésticas) y Tesla (Optimus), enfocadas en aplicaciones similares.