20 de diciembre de 2025
REGIONALES
El Estado nacional contrató 20 aeronaves para prevenir y apagar incendios
El despliegue incluye aviones hidrantes, aviones anfibios y helicópteros, que estarán destinados a actuar ante focos ígneos tanto en zonas rurales como en áreas de interfase urbano-forestal, donde el riesgo suele ser mayor.

La medida se adoptó en el marco de una planificación anticipada ante las proyecciones climáticas para los próximos meses, que indican altas temperaturas, déficit de precipitaciones y acumulación de material vegetal seco, condiciones que incrementan la posibilidad de incendios de gran magnitud. El objetivo es contar con recursos aéreos disponibles desde el inicio de la temporada crítica, evitando demoras en la respuesta operativa.
Las aeronaves fueron distribuidas en bases estratégicas del sur del país, incluyendo puntos clave de Río Negro, Neuquén y Chubut, como Bariloche, El Bolsón, Lago Puelo y la zona cordillerana neuquina. Esta localización permite reducir los tiempos de traslado y mejorar la capacidad de ataque inicial frente a la detección de nuevos focos.
La contratación se realizó a través de licitaciones públicas, con financiamiento del presupuesto asignado al Servicio Nacional de Manejo del Fuego, y contempla no solo la disponibilidad de los aviones y helicópteros, sino también el personal técnico necesario para su operación y mantenimiento durante toda la temporada estival.
En cuanto a las capacidades técnicas, los medios aéreos incorporados cuentan con tanques de gran volumen, posibilidad de recarga en lagos y ríos cercanos, y versatilidad para operar en terrenos complejos, como áreas montañosas o de difícil acceso terrestre. Estas características resultan clave para contener incendios en sus primeras etapas y evitar su propagación.
El operativo nacional se complementa con los recursos propios de las provincias y municipios, fortaleciendo un esquema de coordinación interjurisdiccional que incluye brigadistas, equipos terrestres y sistemas de monitoreo.
La articulación entre Nación y las provincias patagónicas busca mejorar la capacidad de respuesta ante emergencias y reducir el impacto ambiental, social y económico de los incendios durante los meses de mayor riesgo.