16 de diciembre de 2025
SANTA CRUZ
Con pan dulce en mano, la Legislatura tantea fecha para el tratamiento del Presupuesto
El vicegobernador Fabián Leguizamón confirmó que el tratamiento de la ley de leyes podría darse el 24 de diciembre, en un escenario de fragilidad política, mayoría ajustada y señales de autocrítica dentro del oficialismo
La Legislatura de Santa Cruz comienza a definir el tramo final del año parlamentario con el Presupuesto 2026 como eje central. El vicegobernador Fabián Leguizamón adelantó que, para avanzar con la aprobación de la ley de leyes, será necesaria la convocatoria a una sesión extraordinaria, que podría concretarse el próximo 24 de diciembre, en un contexto marcado por la falta de mayorías sólidas y un clima político atravesado por tensiones internas.
El Presupuesto ya cuenta con despacho favorable, pero no fue tratado en la última sesión ordinaria debido a que el oficialismo no logró reunir los votos necesarios para habilitar el debate. En declaraciones radiales, Leguizamón explicó que el principal obstáculo es alcanzar los dos tercios requeridos para convocar a la sesión extraordinaria, aunque aclaró que, una vez habilitada, la aprobación del Presupuesto se define por mayoría simple. En ese marco, reconoció además complicaciones administrativas vinculadas al Presupuesto del Poder Judicial, que ingresó fuera de los plazos parlamentarios establecidos.
El vicegobernador sostuvo que es clave garantizar que todos los poderes del Estado cuenten con su presupuesto aprobado, aunque remarcó que el Judicial debe ajustarse a las pautas generales del Presupuesto provincial. En paralelo, anticipó que en los próximos días podrían darse reuniones con autoridades del Ministerio de Economía para destrabar diferencias y acercar posiciones.
Más allá del plano estrictamente legislativo, Leguizamón realizó una lectura política del año y vinculó los recientes cambios en el gabinete provincial con el mensaje que dejaron las urnas. Si bien defendió la tarea del jefe de Gabinete saliente, Daniel Álvarez, admitió que hubiera preferido que continuara en el cargo y subrayó que el problema de fondo no pasa solo por nombres, sino por el método de gestión. En ese sentido, planteó la necesidad de descomprimir la concentración de decisiones y avanzar hacia esquemas de trabajo más colectivos.
Uno de los puntos más críticos de su análisis fue la relación del Ejecutivo con los partidos que integran el frente oficialista. Leguizamón advirtió que existen sectores que se sienten marginados de la toma de decisiones y reclamó la conformación de una mesa política permanente. Cuestionó, además, que incluso dirigentes del propio oficialismo se enteren de los cambios de gabinete a través de los medios, una dinámica que, según señaló, erosiona la confianza interna.
En materia de comunicación, el vicegobernador diferenció la pauta publicitaria del mensaje político y fue crítico con la estrategia del Gobierno. Señaló que existen políticas públicas, licitaciones de viviendas y obras que implican grandes esfuerzos del Estado pero que no logran el impacto esperado por una deficiente explicación hacia la sociedad. Para Leguizamón, el desafío no es de marketing, sino de claridad y construcción de sentido político.
El Presupuesto 2026, presentado días atrás por el gobernador Claudio Vidal, prevé un total de gastos cercano a los 3,2 billones de pesos y define como áreas prioritarias a Vivienda y Urbanismo, Comercio y Turismo, Educación, Transporte y Salud, que concentran cerca del 85% de los gastos de capital.
Con el período ordinario extendido hasta el 20 de diciembre y la posibilidad de una extraordinaria en la víspera de Navidad, el cierre del año legislativo se perfila tan ajustado como simbólico. Entre balances, autocríticas y negociaciones contrarreloj, el Presupuesto vuelve a poner a prueba la capacidad del oficialismo para ordenar su frente interno y construir mayorías en un escenario económico restrictivo y políticamente fragmentado.