26 de septiembre de 2025
SANTA CRUZ
Vidal busca romper el cerco amigo de la Justicia, pero las formas no convencen a todos
El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, avanza con la reforma del Tribunal Superior de Justicia. En la sesión secreta de ayer quedaron designados Sergio Acevedo y José Antonio González Nora. La Justicia había notificado sobre la imposibilidad de sesionar. Se abre una batalla de todos contra todos

El gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, avanza con la reforma de la Justicia provincial. Pero la Ley 3949, que amplía el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de 5 a 9 vocales por 4.500 millones de pesos, ha desatado un vendaval. ¿Eficiencia judicial o reparto de poder?
El amparo opositor frena todo, y el Ejecutivo grita "golpe kirchnerista". La intención desnuda una pelea entre poderes que busca romper esquemas más que arraigados en la sociedad santacruceña.
La Legislatura aprobó la ley el 28 de agosto para "agilizar" la Justicia ante el crecimiento poblacional (más de 337.000 habitantes). Vidal envió ternas el 11 de septiembre, incluyendo al exdiputado Sergio Acevedo, exiliado de la Nación para sumarse al TSJ. El oficialismo lo ve como clave para "deskirchnerizar" un tribunal anclado en 32 años de peronismo.
El 18 de septiembre, el gremio judicial presentó un amparo por inconstitucionalidad y "captura institucional". Cuatro días después, el juez Marcelo Bersanelli (exabogado de Cristina Fernández) concedió la cautelar: la Cámara de Diputados no puede tratar las ternas. Vidal explotó en redes: "Cristina y Máximo violan la división de poderes vía operadores como Bersanelli y el vocal Fernando Basanta". Vidal copió el posteo a Milei, Villarruel y gobernadores aliados, amenazando con escalar a la Nación.
Sin embargo, en la sesión secreta de ayer, se trataron las ternas y quedaron designados dos nuevos vocales: Sergio Acevedo y José Antonio González Nora.
La oposición, con UCR a la cabeza, replica: opacidad total y gasto obsceno en un presupuesto judicial recortado 38% para 2025.
Antecedentes: Décadas de injerencia ejecutiva en la Justicia santacruceña
Este no es un debut. Santa Cruz, bastión kirchnerista desde 1991, arrastra una Justicia moldeada por el Ejecutivo. Néstor Kirchner, gobernador entonces, impulsó desde 1995 designaciones de "hombres permeables" y militantes políticos en cargos clave, creando un escudo contra investigaciones.
Casos emblemáticos: el archivo de denuncias en la "Causa Vialidad" contra NK o la destitución irregular del procurador Eduardo Sosa en 2006, anulada por la Corte Suprema nacional.
Cristina Fernández profundizó el lazo: armó un Poder Judicial "a su medida" con amigos y parientes en puestos sensibles, mientras denunciaba lawfare en Buenos Aires.
Durante tres décadas de hegemonía peronista, la injerencia en nombramientos fue norma, erosionando la independencia.
La caída kirchnerista en 2023 abrió grietas: Vidal. El oficialismo choca contra un TSJ "cooptado", pero críticos ven en su reforma un contraataque.
¿Independencia o ajedrez político? Las posturas en la mesa
El oficialismo jura que la ampliación equilibra un TSJ sesgado, priorizando celeridad. La oposición y gremios: puro clientelismo en crisis.
En una provincia con juzgados derruidos y defensorías saturadas, el debate distrae de reformas reales: modernización con IA (vía JuFeJus) o inversión en base. Para los santacruceños, hartos de inflación y ajuste, es simple: ¿Justicia al servicio de la gente o de los poderosos?
La historia dice lo segundo, pero 2025 podría romper el ciclo. Las cartas están echadas y Vidal jugó fuerte al arriesgarse con una sesión que podría abrir un nuevo frente de batalla legal que trascienda las fronteras de la provincia.