Crisis y desgaste en el frente: crece la desaprobación de la gestión de Milei
La desaprobación al gobierno de Javier Milei superó el 60% y crece el voto castigo por la corrupción y la crisis económica. En la provincia de Buenos Aires, el oficialismo sigue detrás de Fuerza Patria y la mayoría reclama un cambio de rumbo antes de las elecciones de octubre.
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Un reciente estudio de Zuban-Córdoba revela que la crisis política, económica y social que atraviesa la Argentina ha impactado de lleno en la imagen del presidente Javier Milei y en las perspectivas electorales de La Libertad Avanza (LLA). Según el relevamiento, realizado entre el 15 y el 17 de septiembre de 2025, un 60,9% de los consultados considera que el país va en la dirección incorrecta, mientras que solo el 35,3% mantiene una visión positiva sobre el rumbo del gobierno.
La percepción negativa alcanza también a los principales referentes oficialistas: Karina Milei registra un 68,2% de imagen negativa, en medio del escándalo por presuntas coimas que involucró a funcionarios libertarios y que, para el 68,6% de la población, debilitó al gobierno.
El informe advierte que el voto castigo por la corrupción y la crisis económica fue clave para explicar la derrota oficialista en la provincia de Buenos Aires, donde el candidato de Fuerza Patria concentra hoy el 41,8% de intención de voto frente al 31,9% de LLA. Solo un 7% atribuye la caída a la debilidad de los candidatos oficialistas.
Además, el 57,4% de los encuestados cree que Milei debería cambiar el rumbo político y económico, y un 60% considera necesario pedir la renuncia de su hermana Karina y de los hermanos Menem. Incluso, un 61% anticipa que, de no haber cambios, el oficialismo perderá nuevamente en octubre.
Del otro lado, el peronismo y otras fuerzas opositoras aparecen con mayor prudencia ante la crisis, aunque el estudio alerta que la sociedad mantiene altos niveles de desconfianza hacia toda la dirigencia: el 50,1% no cree que el peronismo pueda resolver los problemas económicos si vuelve al poder.
El informe concluye que “lo peor no pasó” y que la política argentina enfrenta un nuevo escenario, con una sociedad que ya ha visto frustrarse demasiadas promesas en la última década.