10 de agosto de 2025
CHUBUT
El lunes comienza en Puerto Madryn el juicio a directivos de Conarpesa por contaminación en el Golfo Nuevo
La gerenta de planta y el encargado de efluentes enfrentarán cargos por daño ambiental, tras detectarse un bypass que habría permitido verter líquidos sin tratamiento al mar con niveles de contaminación muy superiores a los permitidos

El próximo lunes por la mañana, en Puerto Madryn, comenzará el juicio oral contra dos responsables jerárquicos de la empresa Conarpesa, acusados de presunto daño ambiental en el Golfo Nuevo. La audiencia inicial está prevista para las 8.30 horas y estará a cargo de la jueza Patricia Reyes. En el banquillo estarán Nadine Parry, gerenta de planta, y Brahim Yoosef Vargas, responsable del tratamiento de efluentes, representados por el abogado de la firma, Luis Novoa. La acusación será llevada adelante por el fiscal jefe Alex Williams y la fiscal Florencia Bianchi, de la Agencia Especial de Delitos Ambientales.
El caso se remonta a 2020, cuando un video que mostraba un líquido de color rosado y fuerte olor vertido directamente al mar desde el Parque Industrial Pesquero encendió las alarmas. A partir de esas imágenes, el Ministerio Público Fiscal inició una investigación de oficio que incluyó inspecciones, peritajes técnicos y análisis de laboratorio.
En el marco de esas diligencias, personal de criminalística, especialistas en medio ambiente del municipio y científicos del CENPAT-CONICET constataron la existencia de un bypass no autorizado en la planta industrial de Conarpesa. Según los peritajes, a través de esa conexión se habrían derivado líquidos al Golfo Nuevo sin pasar por el sistema de tratamiento, lo que resultó en vertidos con altos niveles de contaminación.
Los análisis de laboratorio revelaron que las muestras de efluentes contenían bacterias como Escherichia coli en cantidades hasta 2.000 veces por encima del límite legal permitido. Estos resultados fueron considerados como prueba clave por la Fiscalía, que sostiene que el vertido fue potencialmente perjudicial para la salud humana y produjo un daño concreto al ambiente marino.
El juicio buscará determinar la responsabilidad penal de los imputados, en un caso que generó fuerte preocupación en la comunidad local por el impacto sobre uno de los ecosistemas más valiosos de la región. La causa también se convirtió en un precedente en la aplicación de la figura penal de daño ambiental en la actividad pesquera industrial.
De encontrarse culpables, los acusados podrían enfrentar sanciones que incluyen multas significativas y penas de prisión, en un proceso que será seguido de cerca tanto por organizaciones ambientales como por el sector pesquero, atento a las implicancias de la decisión judicial para la actividad en la zona.