4 de agosto de 2025
CAMINO A LAS URNAS
Un reconocido cura asoma como candidato a diputado nacional del peronismo en Santa Cruz
El nombre del sacerdote Juan Carlos Molina comenzó a sonar con fuerza como posible postulante para la Cámara Baja en los comicios de octubre. Su perfil social, religioso y territorial lo convierte en una figura atípica para una elección legislativa

A medida que se aproxima el cierre de listas para las elecciones legislativas de octubre, en el peronismo santacruceño gana terreno una figura inesperada. El sacerdote Juan Carlos Molina, de estrechos vínculos con el Papa Francisco y con la familia Kirchner, suena con fuerza para encabezar la nómina de candidatos a diputado nacional del espacio kirchnerista.
Molina, sacerdote católico, militante peronista y fundador de la ONG Valdocco, es una figura de peso en el ámbito social y comunitario de Santa Cruz. Desarrolló buena parte de su tarea pastoral en la provincia y encabezó durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Desde allí promovió políticas públicas con enfoque en derechos humanos, salud y contención territorial.
Después de varios años alejando de la vida política activa, su eventual regreso se proyecta con una nueva impronta: la de representar al peronismo santacruceño en el Congreso Nacional, apelando a un discurso con fuerte contenido ético, territorial y comunitario.
En las últimas semanas, Molina fue visto en distintas actividades junto a referentes del kirchnerismo local, como la secretaria de Gobierno de Río Gallegos, Sara Delgado, quien le manifestó su respaldo. El espacio Desarrollo Ciudadano, que ya proclamó su lista, es hasta el momento la única alternativa formalizada, mientras el peronismo continúa definiendo su armado.
Su posible postulación, sin embargo, no está exenta de tensiones: el intendente de Río Gallegos, Pablo Grasso, dejó entrever públicamente su desacuerdo, al advertir en un acto en Río Turbio el viernes pasado que “los curas también pueden corromperse”.