8 de julio de 2025
ENERGIA
Neuquén enciende al país, pero se congela con Nación
Mientras desde la Cuenca Neuquina se sostiene el suministro al país, el Gobierno nacional tardó en reaccionar y provocó cortes que afectaron a más de 2.700 hogares

El frío no sorprendió: Nación sí. En medio de la peor crisis de suministro de gas en tres décadas, que afectó incluso a hogares neuquinos, un estudio técnico reveló que el Gobierno nacional tenía herramientas para evitar gran parte del colapso. La tragedia del termotanque frío y las estufas apagadas no fue inevitable, sino consecuencia de una pésima gestión energética y de una llamativa falta de sensibilidad social.
El informe, elaborado por Raúl Bertero, presidente del Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética (CEARE) y vicedecano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, expone que la Nación no actuó a tiempo. A pesar de tener capacidad ociosa en los gasoductos y de contar con mecanismos de corte previstos en casos de emergencia, la demora en ordenar las interrupciones iniciales generó un efecto dominó que terminó afectando hasta a usuarios residenciales.
Vaca Muerta resistió, pero no alcanzó. Desde Neuquén, el corazón gasífero del país, se mantuvo una entrega relativamente constante pese a condiciones extremas de frío. Según Bertero, las caídas en la inyección de gas desde los yacimientos fueron menores a lo difundido, con máximos de 8,5 millones de metros cúbicos menos. Los ductos tenían margen de transporte disponible, no fue falta de infraestructura, sino una demora política y operativa, de Nación.
El estudio señala que los verdaderos responsables de la crisis fueron la combinación de un pico de demanda previsible –el frío polar estaba pronosticado–, una menor respuesta del sistema, y la falta de decisión para cortar a tiempo el suministro a sectores interrumpibles como industrias o estaciones de GNC. Esa inacción arrastró a hogares al corte, afectando directamente la calidad de vida de miles de argentinos.
Neuquén y el interior: siempre los últimos. Mientras desde la región productora de gas se sostiene al país con energía, el desinterés de Nación se vuelve palpable en cada ola de frío. Las decisiones se toman en Buenos Aires, pero las consecuencias se sienten en Neuquén, donde la gente sufre el impacto de un sistema que no prioriza a quienes hacen posible que el gas fluya.
El caso de los 2.700 hogares de Mar del Plata sin servicio es apenas un ejemplo visible del problema estructural. ¿Qué ocurre con quienes viven en zonas aún más alejadas, con menos visibilidad mediática? ¿Cuántos hogares neuquinos quedaron sin gas, mientras Nación mantenía contratos de exportación activos durante los primeros días del colapso?
Neuquén volvió a ser testigo de los desaciertos de Nación: produce gas, pero no es correspondido.