Una cadena de supermercados del interior, en crisis por la caída del consumo
La Anónima, empresa dedicada a la gestión de supermercados en la Patagonia y en otros puntos del país, tuvo una caída en sus ganancias de $85.596 a $32.954 millones en nueve meses, producto de la recesión económica que atraviesa el país

El contexto de recesión económica que atraviesa el país y la caída pronunciada en el consumo de los argentinos es una combinación explosiva que hace estragos en algunas empresas nacionales.
Una de ellas es La Anónima, una empresa dedicada a la gestión de supermercados principalmente en la región de la Patagonia de nuestro país, aunque también hay sedes de la compañía en otros puntos de la Argentina.
En este contexto, dicha cadena de supermercados registró una caída en sus ganancias de $85.596 a $32.954 millones en nueve meses. Además, la ganancia bruta fue de $513.269 millones (28,21% de los ingresos netos), lo que representa una baja del 11,83% respecto del año anterior, cuando alcanzaba $582.163 millones (30,74%).
Bajo esta coyuntura, el directorio de La Anónima puso en marcha una estrategia abocada a cuidar la liquidez, pero sin abandonar sus planes de expansión (abrió siete nuevas sucursales).
“Dichas aperturas, sumadas a las remodelaciones y ampliaciones efectuadas en otros supermercados, totalizan una inversión del orden de los $37.950 millones”, detalla el paper de la sociedad, en el cual también se admite que se encuentran “atravesando tiempos difíciles, con impacto negativo en el consumo masivo y la consecuente caída en ventas”.
Los planes también apuntan a mejorar beneficios ya existentes, como Tarjeta La Anónima, Programa Beneficios Plus, Préstamos Personales, así como a optimizar su app y su e-commerce, con el objetivo de centralizar y mejorar la experiencia de compra de sus clientes más fieles.