Plan Nacional del Manejo del Fuego: años de fracaso y desinversión
Fue creado en el año 1996 y aunque se realizaron modificaciones, el sistema no sirvió para contener los siniestros que año tras años arrasan con miles de hectáreas en la Patagonia. La falta de previsión y la escasa inversión en el área dificulta la tarea cotidiana
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En los últimos años, a raíz de fenómenos como el cambio climático que provoca periodos de sequía extensos, con el desembarco del verano es usual que empiecen a aparecer diversos focos de incendio en la región. Más allá de los factores climáticos existen otras cuestiones detrás de la mayoría de los siniestros que comienzan de manera intenciones. Negocios inmobiliarios, loteos y hasta reclamos de comunidades originarias se mezclan en medio de estos desastres naturales.
De diciembre a la fecha se han reportado varias conflagraciones en a lo largo de todo el territorio patagónico. El más grave hasta el momento se encuentra todavía activo en la provincia de Chubut, en el Parque Nacional Los Alerces, donde las llamas ya consumieron más de 3000 hectáreas de bosques nativos.
Ante esta situación y más allá de las condiciones climáticas, hay diversas estrategias que deben implementarse no solamente para prevenirlos sino para contenerlos de una manera más rápida y efectiva. ¿Qué se hace para prever estas situaciones? ¿Se invierte lo necesario? ¿Se planifica? ¿Quiénes son los responsables? ¿El Plan Nacional del Manejo del Fuego es realmente eficiente?
Hasta el 13 de enero pasado regía a nivel nacional el estado de emergencia ígnea. El mismo fue declarado por el expresidente, Alberto Fernández, luego del crudo verano del año pasado. Sin embargo, lo hecho hasta el momento resulta totalmente insuficiente y deja en evidencia el agotamiento del Plan Nacional del Manejo del Fuego. Los siniestros son cada vez más intensos y a pesar de los enormes esfuerzos del personal, cuestan cada vez más controlarlos. Los recursos son escasos y la inversión en previsión, poca. En un contexto económico adverso los recursos destinados al área vienen atravesando desde hace años un proceso lento de reafectación y desinversión.
Este año, el nuevo Gobierno pretendió avanzar en el polémico DNU del presidente Javier Milei con la derogación de la Ley Nacional del Manejo del Fuego, una ley impulsada por Máximo Kirchner, que elimina la protección de los ecosistemas quedados. Sin embargo, todavía no ha sido plasmado por escrito.
Las provincias de la región cuentan con áreas específicas y destinan recursos para dos cuestiones fundamentales: la prevención y el combate del fuego. Sin embargo, ante las condiciones climáticas cada vez más adversas, lo invertido resulta poco. Deben requerir, además, ayuda de Nación en situaciones puntuales mediante el Servicio Nacional del Manejo del Fuego, que lo integran todas las jurisdicciones del país. Las acciones para combatir los focos ígneos son coordinadas por este organismo.
Los incendios en Patagonia se repiten cada año y se podrían evitar o al menos disminuir sus consecuencias sobre los bienes y las personas, sostuvo el investigador del Conicet, Guillermo Defossé, en una reciente entrevista. “El problema de los incendios no se resuelven solo con pensar en más brigadistas, más camiones y más equipamiento. Se necesita en principio abordar el problema en base a la evidencia científica. Por cada dólar que se invierte en la prevención, se pueden ahorrar 50 dólares que se gastan en la supresión de incendios de vegetación”, sostuvo el experto.
Los incendios que más afectan a los seres humanos son los que se desarrollan en áreas que están entre las ciudades y los bosques. Técnicamente, se llaman áreas de “interfaz urbano-rural”. Esta definición le cabe al área donde ocurrieron incendios en marzo pasado en la zona de Epuyén, El Hoyo, Lago Puelo y Cholila en los alrededores de El Bolsón. Allí deben aplicarse tareas diarias de mantenimiento y prevención. Algunas son sencillas y tienen que ver con las conductas que quienes habitan en zonas boscosas; otras están a cargo del Municipio y/o la provincia, por ejemplo, la poda de árboles cercanos a líneas de tensión. La precariedad de los servicios públicos en estas zonas suelen ser una complicación. Es habitual que en localidades como El Bolsón y/o Lago Puelo, se corte de luz de manera preventiva para evitar incendios.
¿Qué se hizo en lo que va de este año?
El cambio de Gobierno tanto nivel nacional como en las provincias en cuestión complicaron la situación mucho más. La reorganización de los pocos recursos existentes y la coordinación, en escaso tiempo, hizo que algunas cuestiones se complejizarán más.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, y la subsecretaria de Ambiente, Ana Lamas, analizaron fueron muy críticos con lo recibido de la gestión anterior en el área: “Nos dejaron sin contratos, sin fondos, y tenemos que trabajar para reconstruir eso". Por ahora “resolvimos convocar a las empresas que habían prestado servicios con anterioridad y establecer que, mientras estemos en trámite de una nueva contratación, presten el servicio”, señaló.
Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, gobernadores de Neuquén y Río Negro respectivamente, piden recursos a Nación para afrontar los incendios forestales. Los mandatarios solicitaron soporte aéreo y también la continuidad de 18 brigadistas del Parque Lanín, cuyos contratos no se renovarían tras el DNU firmado por el presidente Javier Milei.
Por un lado, el gobernador Weretilneck solicitó medios aéreos para la detección temprana y focos ígneos en distintos puntos de la región. Hay que recordar que, hace algunos días, el mandatario provincial firmó a través de un decreto la Emergencia Ígnea por riesgo extremo de incendios de vegetación en todo el territorio.
Por otra parte, el gobernador Figueroa pidió la continuidad de los 18 brigadistas del Parque Nacional Lanín afectados por los despidos a empleados estatales que contempla el Decreto de Necesidad de Urgencia (DNU) firmado por el mandatario nacional.
Weretilneck le manifestó al ministro del Interior Guillermo Francos “disponer lo necesario para que podamos acceder con carácter urgente a los medios aéreos de prevención y lucha contra incendios”. Además, el gobernador expuso que “existe una gran preocupación en la Provincia por la temporada de mayor riesgo de incendios”.
La secretaria de Emergencias y Gestión del Riesgo de Neuquén, Luciana Ortiz Luna, explicó: “En este momento donde existe una emergencia con relación a los incendios forestales por las condiciones meteorológicas, y una situación particular en el Parque Nacional Lanín, el Gobierno provincial puso a disposición a los medios aeronáuticos y el personal”.
Por su parte, el rionegrino firmó el decreto 198 en diciembre pasado que declaró la Emergencia Ignea por el riesgo extremo de incendios de vegetación en toda la provincia, hasta abril de 2024.
El decreto dispone que los concesionarios de balnearios, de zonas turísticas en general, campings, complejos hoteleros y/o cabañas, propietarios de campos, casas de verano, clubes, predios de esparcimiento en general extremen medidas de prevención y vigilancia contra incendios.
Por último, se faculta al Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF) a disponer las excepciones a las prohibiciones establecidas, como también a extender el plazo de Estado de Alerta Máxima fijado por esta medida.
En Chubut, el gobernador Ignacio Torres, apuntó contra la RAM luego de confirmarse la intencionalidad del incendio en el Parque Nacional Los Alerces. El siniestro sigue activo y lleva arrasadas más de 3000 hectáreas.
El programa nacional del manejo del fuego resulta hasta el momento insuficiente. Sirvió y parcialmente para correr detrás del incendio, pero hoy ya ni siquiera eso porque los siniestros son cada vez más difíciles de controlar. Para los expertos, más allá de los esfuerzos provinciales, la mirada y la solución al problema deben ser integrales para lograr una buena previsión y prevención.