No es una novedad que el escenario electoral en la provincia de Chubut se presenta por demás de complejo. A ningún sector le sobra nada como para andar cerrándose a eventuales alianzas y/o acuerdos, más allá que los mismos se logren con fuertes diferencias. Un ejemplo claro de esto fue la reciente negociación dentro de Juntos por el Cambio en la localidad de Trelew, donde un sector de la UCR presionó para lograr internas cerradas a pesar de la negativa del resto de los socios. Lo que primó fue la necesidad de la continuidad de la alianza.
En la misma situación está el peronismo tanto a nivel provincial como local. En este contexto hace pocos días atrás el intendente Adrián Maderna lanzó su candidatura a la gobernación.
"Quiero ser gobernador de Chubut. Hoy inicio este nuevo desafío y lo hago decidido a potenciar los puntos en común de nuestra sociedad y a trabajar las disidencias para enriquecer este proyecto. El camino es intenso y lo recorreremos junto a miles de chubutenses que ven en esta propuesta el diálogo y la inclusión que necesita nuestra provincia para salir adelante. El pueblo nos pide compromiso y convicciones y avanzaremos por ese camino", sostuvo Maderna en sus redes sociales.
Al margen de los anuncios, en el seno del madernismo no son ajenos a las encuestas que andan dando vuelta y que arrojan números poco alentadores para su gestión. Por ejemplo, un estudio realizado sobre finales de diciembre por la consultora AV Asociados, al que tuvo acceso La Tecla Patagonia, indica que más del 50% de los trelewenses valora de manera negativa la gestión municipal; mientras que un 25% la califica como "regular", un 13% como "buena" y un 1,5% como "muy buena".
La imagen del Intendente arrojó números similares: 30% "muy mala", 26,5% "mala", 23,5% "regular", 13,5% "buena" y 1,5% "muy buena".
En tanto, otro sondeo en este caso de la consultora Zuban - Córdoba (realizado en agosto pasado), preguntó sobre los principales problemas que tiene Trelew. Con un 24,7% la inseguridad se llevó el lugar número uno; mientras que el desempleo el número dos con el 24,1%. Si bien la medición tiene algunos meses, los planteos indicados como preocupaciones son problemas estructurales de la ciudad y difícilmente puedan tener una variación significativa en pocos meses.
En el entorno del Intendente no desconocen estos números y el gran "desgaste" de la gestión que cumplirá en diciembre ocho años con dos años de pandemia en el medio. Sin embargo, saben que cuenta con una herramienta valiosa para el peronismo provincial: su armado en las estructuras sociales - barriales y con los principales gremios del Valle. En este contexto se lanzó para la Gobernación con el objetivo de revalorizar su espacio y negociar lugares no solamente en las listas de diputados y eventualmente en algunas localidades; sino también en un potencial Gabinete.
La pregunta es con quién lo hará, si con Ricardo Sastre o con Juan Pablo Luque. El peronismo deberá primero definir al "candidato de la unidad", para luego dar paso a una segunda negociación con Maderna. Pero qué pasaría si esto no se logra y los dos principales candidatos (Sastre y Luque) deciden tomar caminos separados. El Intendente estaría entonces ante una compleja definición y aunque en su estructura de Gobierno tiene a Norberto Yauhar, un histórico del peronismo cercano a Carlos Linares; y también mantiene un buen vínculo con Sastre, nada queda descartado porque lo que pesará será el poder de negociación que cada uno ostente.
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