La reciente sesión del Concejo Deliberante de San Martín de los Andes tuvo álgidos momentos al tratarse de un proyecto de ordenanza destinada a promover la extensión del ejido municipal para incluir a diferentes emprendimientos privados. Si bien se preveía que estaba dispuesto el terreno para sancionarla, a último momento el bloque de Juntos por el Cambio obligó a devolver el proyecto a comisión.
La iniciativa fue presentada por el intendente Carlos Saloniti y bloqueada por los concejales de Juntos por el Cambio. Por su parte, los ediles del Frente de Todos querían avanzar con la ordenanza rápidamente. La dificultad de la medida se debe a que está en juego no solo la posibilidad de ampliar la injerencia del municipio sobre un área muy superior a la actual, sino también la incorporación de varios loteos VIP y barrios privados que fueron habilitados por el gobierno provincial de Neuquén y que hoy no tributan a ningún gobierno local. Hoy día, el ejido de San Martín de los Andes tiene 14 mil hectáreas y pretenden triplicarlo, llegando a 36 mil hectáreas.
Al respecto, el bloque del MPN, quien acompaña la propuesta, consideró que al tratarse de un tema tan “estructural” es necesario que salga con el mayor consenso posible.
Sin embargo, el concejal del Frente de Todos y principal impulsor del proyecto, Santiago Fernández, dijo que ya habían efectuado todos los análisis y consultas, incluida la audiencia pública que se realizó el pasado en diciembre pasado, y que existía acuerdo de los tres bloques para aprobarlo esta semana. Fernández denunció el cambio en las decisiones debido al “fuerte lobby de los desarrolladores inmobiliarios, que aspirarían mantenerse fuera de la órbita municipal”.
El edil indicó que el propósito de la ampliación del ejido e incluir el proyecto no es meramente recaudatorio, por los impuestos que de estos se percibirían, sino “de planificación”, ya que la ciudad tiene desde hace años un criterio específico para la aprobación de loteos, que obliga, por ejemplo, a incorporar todos los servicios a cargo de desarrollador y a ceder un 16% de las tierras como reserva fiscal, exigencias estas que no cuentan para los que autoriza la provincia.
Según el concejal, los últimos desarrollos inmobiliarios surgidos en la periferia de la ciudad pero al margen de las pautas municipales “responden a una lógica de planificación dictada desde un escritorio, sin inserción territorial”. Explicó que la ampliación del ejido ayudaría a poner fin a esas distorsiones. Destacó que en San Martín de los Andes el planeamiento urbanístico es una prioridad y “por eso la ciudad puede exhibir un orden, una previsibilidad y además una cobertura de cloacas del 90%, como no hay en casi ningún lugar del país, y en la provincia menos”.
Para finalizar, Fernández remarcó que si los propietarios “venden San Martín, consumen San Martín y tendrían que tributar en el municipio”.
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