El gobernador, Mariano Arcioni, decidió expresarse públicamente y respaldar al actual director del Banco del Chubut, Leonardo Aquilanti a quien la Justicia le abrió formalmente una investigación hace pocos días por enriquecimiento ilícito.
"Me preocupan ciertas actitudes, porque se hacen denuncias y demás, y después no avanzan como tantas otras causas. Soy respetuoso y lo dejo en manos de la Justicia pero ratifico que yo le creo a Aquilanti, me ha demostrado a lo largo de estos años una honestidad y sensatez como pocos; entonces yo sé en quién confiar", expresó el primer mandatario ante la consulta de la prensa.
Los fiscales Omar Rodríguez y Alex Williams solicitaron la apertura de investigación para el exfuncionario provincial. A criterio de los fiscales, el incremento patrimonial de Aquilanti, que incluye bienes en Playa Unión y plazos fijos en dólares, “no encuentran sustento en los ingresos legítimos que percibió como funcionario mientras ocupó cargos públicos”.
“Hay inconsistencias respecto del ingresos que percibió Aquilanti como funcionario público y los bienes adquiridos en el período de tiempo en que ejerció la función pública”, detallaron los fiscales Rodríguez y Williams, a cargo del caso, y explicaron que los movimientos bancarios arrojan un desfasaje entre el dinero ingresado y su acreditación de haberes.
“Puntualmente existen múltiples depósitos hechos en efectivo por caja en distintas sucursales bancarias que se acreditaban en la cuenta del imputado. Esos depósitos en efectivo superan ampliamente sus ingresos. Por ejemplo, se llegó a acreditar un 128,25% más de los ingresos anuales por haberes, sin que exista constancia alguna del origen de ese dinero”.
La Oficina Judicial deberá fijar la fecha de audiencia para que el ex subsecretario de bosques de Chubut sea notificado por la figura de “enriquecimiento Ilícito”, previsto y reprimido por el artículo 268 inciso 2 con penas de prisión de dos a seis años, multa de dos a cinco veces el valor del enriquecimiento e inhabilitación absoluta perpetua para quien “no justificare la procedencia de un enriquecimiento patrimonial apreciable suyo ocurrido con posterioridad a la asunción de un cargo público”.
En la causa judicial también se imputa a su mujer, Susana Zafaroni, y a su hija, Virginia Aquilanti, en carácter de “interpósitas personas”. “Utilizó prestanombres para intentar mantener oculto su incremento patrimonial”, afirman los letrados.
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