El fuerte descenso en el precio del barril internacional y la crisis económica generada como consecuencia de la pandemia pusieron a la industria petrolera y a las provincias productoras, en jaque. Mientras se aguarda una definición nacional con medidas de sostenimiento, las administraciones provinciales, comienzan a echar mano en el asusto para asistir al sector y evitar la pérdida de empleos. |