Por Alejandro De Angelis
En los últimos días, la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 488 sobre la instauración de un precio sostén para el barril en 45 dólares o, en otras palabras, la vuelta al barril criollo como valor de referencia para el mercado interno, generó alivio en las provincias patagónicas y la celebración de la medida de prácticamente todo el arco político.
La crisis generada por la baja histórica de la demanda producto de la parálisis de actividad a nivel mundial por las medidas de aislamiento y prevención ante el avance de la pandemia del COVID19, repercutió directamente en el precio internacional del barril, que en algunos casos llegó a tocar un insólito piso de negativo, como sucedió con el crudo estadounidense el pasado 20 de abril. Esto se dio porque para las petroleras, resultó más costos almacenar que vender.
En la Patagonia, los yacimientos se paralizaron en una primera instancia como medida de prevención y protección de los trabajadores, aunque luego de habilitada la actividad dentro de las excepciones al aislamiento, la reactivación no fue tal por la falta de inversión de parte de las compañías, que especulaban intentando ganar tiempo para conocer el escenario final, una vez pasada la crisis.
En ese camino, el reclamo de las provincias productoras por la instauración de un barril criollo fue unánime, y se oyeron pocas voces que se animaron a oponerse, aunque las hubo. Las petroleras, ya sea grandes o medianas, ven un escenario donde deberán tributar más con una demanda amesetada y sin horizonte optimista respecto de su repunte inmediato.
Para la viabilidad del planteo de los distritos, que se ungió con fuerza desde el sur del país, fue clave la vuelta de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), que logró aunar reclamos y permitió un canal de diálogo con las partes mucho más fluido que lo que se venía dando hasta el año pasado. Regalías, trabajo e inversión
Las provincias vieron disminuida su capacidad financiera no solo en la falta de inversión, que se tradujo en una caída de la actividad en toda la cadena de valor del crudo, que va desde el operario de pozo hasta la empresa de servicios, sino también en los ingresos contantes y sonantes a las arcas.
La disminución por regalías, componente de gran importancia en los ingresos de estados patagónicos, fue notoria. Tanto en marzo como en abril se experimentaron caídas del 50%, en consonancia con la baja del precio internacional, y para este mes se esperaban números negativos similares.
Puntualmente, la nueva norma viene a eliminar retenciones para quienes consiguiesen exportar a 45 dólares o por debajo de él y anula la importación de crudo, obligando a aquellos que lo necesiten a abastecerse en el mercado interno, aunque ello implique pagarlo más caro. Así el Gobierno busca promover la producción de hidrocarburos doméstica para garantizar puestos de trabajo y crear las condiciones para un futuro ideal de autoabastecimiento.
Los detalles del acuerdo Según lo establecido por el Gobierno, luego de una reunión entre el presidente Alberto Fernández, el ministro de la Producción Matías Kulfas y los gobernadores que integran la OPHEPI, se fijo un tope mínimo del barril para la compraventa local de 45 dólares y se prohibió la importación cuando haya petróleo disponible en el mercado interno.
Además, la medida estableció que el precio podrá ser revisado trimestralmente por la Secretaría de Energía y quedará desactivado cuando el valor del precio internacional, con el Brent como referencia, supere el precio sostén durante 10 días consecutivos. En tanto, para evitar una fuga de capitales, se estableció como condición que las empresas productoras deberán sostener los niveles de inversión y de producción del año pasado y no podrán acceder al mercado de cambios ni adquirir títulos en pesos para su venta en dólares o transferencia al exterior.
Asimismo, ante el posible traslado a precios al combustible por parte de las firmas que refinan y comercializan naftas y gasoil, se acordó de manera extraoficial un congelamiento de precios al menos hasta octubre, teniendo en cuenta en dicha negociación las ganancias que obtuvieron los despachantes en el tiempo en que el barril cayó a niveles bajos históricos y los combustibles sostuvieron su valor de venta al público. Para facilitar ello el Gobierno nacional se comprometió a no aumentar el Impuesto a los Combustibles Líquidos hasta dicho mes.
En la pulseada con las compañías, muchas de las cuales estaban dispuestas a sentarse a esperar que la tormenta pase, ganaron las provincias patagónicas, que mantienen los puestos de trabajo e inversión, y cobrarán mayores regalías respecto de los meses de la gran depresión. Aunque las millonarias pérdidas no se recuperarán con rapidez, los gobiernos logran tiempo y mejoran sus ingresos, a la espera de los efectos del barril criollo.
Martín Cerdá - Ministro de Hidrocarburos de Chubut “Va traer un alivio a las cuentas de la provincia pero hay que ver como se reactiva”
El ministro de Hidrocarburos chubutense, Martín Cerdá, aseguró en diálogo con La Tecla Patagonia que “este decreto no solo establece el barril a 45 y sino otro tema fundamental para nosotros que es la eximición de las retenciones por la exportaciones por debajo de ese precio, que nos pone en una situación de mejora en lo que es el ingreso por pago de regalías, ya que el decreto establece que se debe pagar por ese precio y al no tener las retenciones, todo el crudo que se exporte en nuestra provincia nos va a ayudar en los ingresos”. Asimismo, respecto de las pérdidas, el funcionario reconoció que “los números todavía los estamos proyectando, para dar una idea nosotros hemos perdido este mes unos 700 millones de pesos en concepto de ingresos de regalía con las liquidaciones del barril actual, con lo cual si liquidamos a 45 deberíamos mejorarlo notoriamente”, y agregó que la medida “va traer un alivio a las cuentas de la provincia pero de todas maneras hay que ver como comienza a funcionar la aplicación del decreto en base a las ventas y a la producción del petróleo que vayamos teniendo” En cuanto a las inversiones, Cerdá descató que “ahora estamos con la caída de la demanda y eso complica el escenario. El espíritu del decreto surgió hace dos meses ante la volatilidad que estaba teniendo el precio del barril, pero la pandemia nos llevó a tener una caída en la demanda y no se necesitó petróleo para refinar. De hecho hay refinadoras de combustible que tienen stock para dos o tres meses”, y agregó: “en 45 tanto la industria como las provincias habíamos acordado que era un precio criterioso. La pandemia nos llevó a quedarnos en este precio”.
Omar Gutiérrez - Gobernador de Neuquén “Es necesario un nuevo horizonte”
El Gobernador neuquino Omar Gutiérrez consideró la medida como “fruto del diálogo con todos los actores de la industria para promover la inversión, el desarrollo económico y energético, y la defensa de los puestos de trabajo". “La situación de inestabilidad producida a partir de 2019, más las retenciones a las exportaciones, el congelamiento de los precios y los efectos por pandemia han afectado toda la cadena hidrocarburífera”, señaló Gutiérrez y recordó que en abril la producción en Neuquén cayó un 25%. “Es necesario un nuevo horizonte que acompañe la inversión”, dijo.
Alberto Weretilneck – Senador nacional de Río Negro “Con esto, se garantiza que la industria se vuelva sustentable y previsible”
El senador nacional rionegrino Alberto Weretilneck se refirió a la oficialización del precio del barril criollo y consideró que “ayuda a la provincia y a la actividad, porque lo que significa el denominado popularmente barril criollo es garantizar un precio del barril de petróleo. Todo lo que es la industria hidrocarburífera se rige por lo que son los precios internacionales, ya sea del Brent del mar del norte o el Texas de Estados Unidos, y todas las inversiones se hacen de acuerdo a esos valores”. Asimismo, analizó que “hoy en la Argentina y en el mundo, el barril está rondado los 30 dólares, con lo cual esto significa que para los costos que tiene nuestro país una empresa que saca petróleo y lo vende a ese valor, está perdiendo cerca de 18 o 20 dólares por barril. Con esto, se garantiza que la industria se vuelva sustentable y previsible. Es garantizar a quienes extraer y se traduce en la paralización de despidos o achiques, y la continuidad del funcionamiento de la industria porque tiene garantizada al menos una parte de la rentabilidad”. Además, el exgobernador de Río Negro destacó que “esto tiene beneficios para las PYMES de la provincia, que pueden seguir funcionando y mantienen los puestos de trabajo” y aseguró que “si la actividad se vuelve sustentable las provincias cobran las regalías que corresponden”. “Ahora falta que se consuma, porque con el aislamiento están los tanques de petróleo llenos y hasta que esto se vuelva operativo va a pasar un tiempo, siempre y cuando el país se empiece a movilizar y se empiece a consumir todo lo que son los derivados”, dijo Weretilneck y advirtió: “esto quiere decir que no se van a ver los efectos mañana. Hasta que no se vuelva a una situación normal vamos a seguir con un muy bajo nivel de consumo y por lo tanto de petróleo”.
Matías Kalmus - Instituto de Energía de Santa Cruz “Si bien da previsibilidad sobre el precio, la demanda hoy es el punto más complicado”
El titular del Instituto de Energía de Santa Cruz, aseguró a La Tecla Patagonia que la medida “sobre todo va a generar previsibilidad, proteger las fuentes de trabajo y los recursos de las provincias”, y destacó sobre el tema puntual de las regalías que “hay que esperar a como se terminar de acomodar la demanda. Si bien da previsibilidad sobre el precio, la demanda hoy es el punto más complicado”.
Puntualmente sobres los ingresos, precisó que “en lo que entró en mayo que corresponde a abril las regalías cayeron un 50% aproximadamente, con lo cual el impacto fue importantístimo. Hemos tenido declaraciones a 14 dólares por barril, lo que golpea de lleno a las cuentas”.
Asimismo, consignó que “las petroleras ante la caída incesante del precio del barril frenaron sus inversiones a la espera de ver qué iba pasando y a eso se le sumó el problema de la demanda y dónde almacenar, que generó una situación compleja a la hora de decidir perforar pozos, algo que el COVID19 profundizó por la imposibilidad del ingreso de gente a los yacimientos. Luego esto se fue acomodand”.
Por último, Kalmus precisó que “ahora lo que estamos trabajando en conjunto con las operadoras y los gremios es la reactivación, a los fines de lograr nuevamente la normalidad en la actividad, que va a llevar un tiempo. Hay que esperar a ver cómo se va readecuando la demanda. China, por ejemplo, ya comenzó a abrir su mercado y hay distintas señales en el mismo sentido”.
|