Alicia tomó licencia para recuperarse de su adicción al cigarillo

Por Alejandro De Angelis 

El título es falso. No es la Gobernadora quién goza de ese beneficio, en medio de una crisis provincial que demanda acciones a cada segundo. El pedido de licencia es cierto, y quién lo lleva adelante es, justamente, un líder de la oposición, un hombre de Cambiemos. Se trata de Roberto Giubetich, el Intendente de Río Gallegos.

 

Es cierto, Giubetich tiene sus razones para sacar carpeta médica  y descansar unos días. En febrero de este año fue operado del corazón y le colocaron un stend ¿las causas? Estrés, sendentarismo, mala alimentación, el cigarrillo. Pero ¿qué pasaría si el título de la nota fuera cierto? ¿Si fuera Alicia Kirchner la que se tomará una licencia para recuperarse de su adicción al cigarillo en Salta y dejara la provincia a la deriva?

 

La situación actual de Río Gallegos no es menos apremiante que la provincial. En la última sesión del Concejo Deliberante los empleados municipales abordaron a los ediles en reclamo del pago en tiempo y forma de sus salarios. Trascartón, se conoció la renuncia del secretario de Obras Públicas, Rubén Edgardo Campagnucci, que respondería a la falta de conducción de la gestión, con el Intendente “en tratamiento” a kilómetros de distancia.

 

Ni lerdos ni perezosos, desde el FPV salieron a hablar de una “crisis política” en la ciudad capital de Santa Cruz, y desde el Municipio apuntaron directamente contra Provincia, por las dificultades económicas que atraviesa la comuna. En el medio, se rumoreó sobre la posible renuncia de Giubetich.

 

Como si esto fuera poco, actualmente quién comanda los destinos de la localidad es Fabián Leguizamón, un concejal radical para nada alineado con el Intendente, que ha marcado sus diferencias desde un primer momento. Es como si, en reemplazo de Alicia, gobernara la diputada Gabriela Peralta ¿raro no?

 

Todo hace indicar que la oposición provincial, denominada UPVM-Cambiemos para la última elección, hubiera sido mucho más enérgica en el reclamo si quien se ausentaba de su cargo en un momento crítico fuera un mandatario del kirchnerismo. Hubiera pedido renuncias, elecciones, respeto de las instituciones. Pero nada, silencio cuando se trata de uno de los suyos.

 

La situación que atraviesa Río Gallegos amerita respuestas. Ya sea de parte de los referentes políticos que respaldan al Intendente o del propio mandatario, enviando un mensaje de tranquilidad y clarificando un poco el panorama ¿Dirán algo?