31 de octubre de 2025
¿LE LLEGO LA HORA?
Weretilneck sin manos en el Congreso, socios quemados y revueltas internas
En un duro revés electoral, Juntos Somos Río Negro quedó en tercer lugar en las legislativas, perdiendo toda representación en el Congreso. Esto debilita al gobernador en negociaciones nacionales, complica su liderazgo regional y genera más grietas internas. El intento por recuperar "el ángel" en redes,  en una conducción que no encuentra el rumbo

En las elecciones legislativas, Juntos Somos Río Negro (JSRN), que responde al gobernador, Alberto Weretilneck obtuvo el tercer lugar en las categorías de Senado y Diputados, lo que resultó en la pérdida total de representación en el Congreso Nacional. 
De esta forma, el mandatario que supo ocupar una banca en el Senado - y desde allí craneó, con un puñado de asesores,  su regreso a la Provincia - perdió todo poder real de negociación con la Rosada. Esto lo que lo deja debilitado no solo a nivel nacional, sino también en el plano regional, frente a sus pares patagónicos; además de complicar la situación puertas adentro de su propio espacio,  donde ya se escuchan voces críticas. De hecho, hace pocos meses atrás, su vice, Pedro Pesatti, marcó diferencias por la estrategia electoral y dejó al mandatario tambaleando. 
Esta derrota marca un punto de inflexión para el mandatario provincial, quien queda políticamente aislado sin legisladores propios en un Congreso fragmentado, convirtiendo a Río Negro en una de las pocas provincias del país sin representantes que respondan directamente a su gobierno local. 
Esta performance representa una significativa pérdida de poder para Weretilneck respecto a sus gestiones anteriores. Comparado con elecciones legislativas previas, el contraste es evidente. En 2021, JSRN fue la fuerza ganadora en la provincia, logrando bancas que le permitieron mantener influencia nacional.  En 2023, aunque Unión por la Patria se impuso, JSRN aún retuvo cierta representación en Diputados y en el Senado. Sin embargo, en 2025, el voto se inclinó hacia opciones nacionales dejando a los verdes sin manos en el Congreso por primera vez en una década. 
Esta ausencia total de legisladores propios no solo debilita la posición de Weretilneck, quien alguna vez actuó como articulador patagónico, sino que expone la fragilidad de un partido sin arraigo profundo, dependiente de pactos personales y recursos externos que ahora escasean. 
El gobernador, en declaraciones postelectorales, atribuyó el resultado a una "cuestión nacional" que polarizó el voto. Sin embargo, puertas adentro el tercer lugar sorprendió, a pesar que era una posibilidad concreta que muchos analistas políticos adelantaron. 
El tercer lugar fue un golpe duro, más allá de que los números no fueron tan malos. Puertas adentro el Gabinete está revolucionado y esto genera una incertidumbre que se nota en el trabajo diario. 
Fuentes consultadas por La Tecla Patagonia indicaron que hay un malestar notorio en el Gobernador por el resultado y que eso se traslada a todos los ámbitos. No alcanzó el asesoramiento del socio de Santiago Caputo, Derek Hampton; tampoco del equipo nuevo que ingresó en los últimos meses al área comunicación. No alcanzó porque Alberto Weretilneck no se deja asesorar, porque está rodeado de “amigos del campeón” que no le hablan con franqueza. Y si alguno atina a sacar a relucir esa sinceridad, queda prácticamente anulado, como le pasó ni más ni menos que al vicegobernador, Pedro Pesatti, uno de los primeros que advirtió que la estrategia de la avenida del medio no iba en esta oportunidad. 
Tras el golpe, el mandatario – que tiene intenciones de buscar su reelección en 2027 – viene publicando en sus redes sociales contenido más personal, de estilo directo, algo que se nota  que no le resulta natural, ni le queda cómodo.  De hecho, los últimos posteos – uno subiendo al avión rumbo a la reunión con Milei y el otro con la intendenta de Los Menucos, a la que calificó como Tía Mabel- tienen esta finalidad, aunque en rigor, parecieran no planificados por un profesional, sino más bien algo artesanal. 
Con intendentes y legisladores reacomodándose, sectores sindicales con posturas más duras y un Vice que rompió el esquema de silencio, el futuro de Alberto Weretilneck y de su espacio parece incierto.  
Weretilneck, un caudillo al que le gusta concentrar el poder, dependerá ahora de otros para conservar su hegemonía teniendo en cuenta que a nivel nacional perdió sus cartas de negociación y que en el territorio propio quedó mal parado lo que complica su armado de cara al 2027. El mandatario quemó todas las fichas con acuerdos políticos y electorales que le permitieron en el pasado ganar con holgura.  Tal como adelantó este medio hace algunos meses atrás, una gestión desangelada con traiciones y vueltos internos que tarde o temprano en política, se pagan.