La provincia de Río Negro atraviesa un difícil momento desde el punto de vista sanitario que empieza a tener correlato en las decisiones políticas. Es la tercera provincia con más casos en relación a la cantidad de habitantes. Su particular geografía y conectividad, la expuso mucho más que otras patagónicas a los contagios.
Algunos creen que la gobernadora, Arabela Carreras, se relajó en cuanto a las restricciones impuestas al inicio de la cuarentena y consideran que en parte esto aceleró el ritmo de contagios en localidades del Valle con poca cantidad de población. Sin embargo, y más allá de las cuestiones políticas, la provincia de Río Negro, es mucha más compleja que otras en cuanto a su geografía y también es cierto que Bariloche es uno de los centros turísticos más importantes de la región y es visitado por enorme cantidad de extranjeros. No es casual entonces que esta ciudad concentre 82 casos positivos.
La crisis sanitaria y la disparada de casos, puso en un lugar de alta exposición a la gobernadora, Arabela Carreras. La observan de cerca propios y ajenos. Esto derivó en que la mandataria se planteara puertas adentro el nivel de acompañamiento de su equipo.
Al margen del ministro de Salud, Fabián Zgaib, el ministro de Seguridad más ocasionalmente, Gastón Pérez Estevan; y el ministro de Economía, Luis Vaisberg; los funcionarios del Gabinete de Arabela Carreras, se han mantenido alejados de la escena pública en un momento donde la mandataria los necesitaba al cien por cien.
La figura de Zgaib, con quien Carreras, había tenido en el pasado algunas diferencias, recuperó la confianza de la mandataria en este contexto de crisis.
La semana pasada presentó su renuncia el ministro de Desarrollo Social, Nicolás Land. Argumentó cuestiones personales pero es muy difícil pensar que alguien se baje del caballo en plena batalla. ¿Casualidad?
En este contexto, la Gobernadora, decidió mover a Juan José Deco, al ministerio de Desarrollo. La idea de la mandataria es mostrar una cartera activa en tiempos en que la gente necesita más que nunca de la asistencia del estado. A su vez, le pidió a uno de los afiles en la Legislatura, Daniel Sanguinetti, que ocupe la secretaría general de la Gobernación.
Sanguinetti será la mano derecha administrativa y política de Carreras en el nuevo esquema. Ambos funcionarios pertenecen al círculo de la mandataria ya que compartieron en el pasado trabajo en la cartera de Turismo.
De esta manera, la mandataria rionegrina, pretende dotar de mayor vuelo político a su equipo de trabajo. Es consciente que sola no podrá atravesar esta crisis. Carreras es una figura nueva en la política rionegrina, a pesar que tiene años de militancia, su llegada al poder se dio con el inexorable apoyo de su antecesor, Alberto Weretilneck. Su prueba es entonces más compleja que la de sus pares regionales. En sus primeros meses le toca atravesar esta situación sanitaria que además castiga con fuerza a la economía provincial y nacional. Una doble prueba de fuego en la que Carreras necesita gente de confianza y activa en la gestión.
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