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REGION
22 de enero de 2019

Nueva grieta: la pelea por la cereza

La visita del presidente Mauricio Macri a la región abrió un frente de batalla interprovincial: gobernadores y productores se disputan quién tiene la fruta más codiciada

Nueva grieta: la pelea por la cereza - La Tecla Patagonia

Por Juan Carvajal y Alejandro De Angelis 

La visita del presidente Mauricio Macri a la Patagonia, que incluyó su llegada por primera vez a tierras santacruceñas, tuvo una vedette inesperada: la cereza. Ni el petróleo, la minería y el turismo estuvieron tan presentes en la agenda del Gobierno en sus días por la región como este pequeño fruto, que se cultiva tanto en Río Negro como en Chubut, Neuquén y Santa Cruz. 

“No me decido por cuál es la más rica”, dijo Macri, entre risas, en una conferencia brindada junto a Alicia Kirchner en El Calafate. Allí, también, aventuró que el mercado de las cerezas tiene un potencial para crear cien mil puestos nuevos de trabajo, y destacó la reciente exportación a China como principal impulso para dicha premonición. 

Hasta fines del año pasado, el 85% de la producción patagónica se exportaba a Europa, Esta-dos Unidos, Hong Kong y Singapur. Ahora, con el agregado de los chinos, la ecuación puede cambiar para los productores, ya que se trata de un mercado de gran consumo y posibilidades de expansión ilimitadas. 

La incorporación del país asiático como comprador se dio en el marco de la Cumbre del G20, a la que asistió el presidente chino, Xi Jinping. Allí, lobbistas y funcionarios tejieron estrategias para sellar un acuerdo que tardó más de cinco años en materializarse. Todos se adjudicaron la victoria, tanto gobernadores como representantes de la Rosada. 

“Esto es fortalecer el entramado, la diversificación, la matriz económica y productiva en la provincia del Neuquén”, aseguró el gobernador Omar Gutiérrez, al concretarse la primera exportación de 160 toneladas a China, y felicitó “a los productores que nunca bajaron los brazos en pos de encontrar este mercado”. 

Un caso aislado
El cultivo de esta fruta de carozo encontró terreno fértil en el valle inferior del río Chubut desde 1997. Los primeros productores se instalaron en la región en 1985, pero recién hacia finales de los ‘90 comenzó a dar rentabilidad el negocio. 

Actualmente, la exitosa comercialización de la cereza en la región es la excepción a la regla dentro de un panorama oscuro para la fruticultura en los últimos años. Ni las manzanas, ni las peras, principales productos de las economías regionales, han vivido un crecimiento similar, sino, más bien, todo lo contrario. La caída del consumo interno, sumada a los elevados costos de producción, achicaron los márgenes y empujaron a los principales productores a reducir la inversión. 

En ese contexto, el pequeño fruto rojo aparece como la panacea. Su crecimiento exponencial en todos los ítems de la producción y comercialización le dieron respiro al sector, que se abocó a su cultivo con mayor interés.

Ante una demanda que comienza a crecer, la disputa empieza a darse por quién ofrece el mejor producto, y allí entra en juego el tan mentado sabor. “Hay características que tienen las cerezas argentinas que le dan un sabor y color especial, por lo cual son buscadas; la apertura es una buena noticia para potenciar esa calidad a partir de los talentos argentinos”, aseveró el secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere. 

En Los Antiguos, Vista Alegre, Sarmiento y Chimpay aseguran que las suyas son las cerezas más ricas, y se disputan la mención al mejor fruto. Algunos dicen que por las temperaturas frías; otros, por el agua; y están quienes apuestan a la exclusividad de producción como factor de calidad, como en el caso de los santacruceños. 

La mayor rentabilidad de la actividad se da por la llamada “contraestación”. Tanto en los países asiáticos como en Europa, la cereza se cultiva; sin embargo, cuando comienza el invierno en el hemisferio norte se inicia la cosecha en el hemisferio sur, por lo que crece la demanda de exportación para cubrir el faltante. 

El reciente auge convierte a la actividad en una de las que mayor potencial ostentan por fuera de los motores económicos tradicionales de la zona sur. No es poco, teniendo en cuenta la crisis que golpea a la región y, sobre todo, a los productores agrícolas. De cumplirse lo proyectado por el presidente Macri, la cereza pasará a ocupar el centro de las miradas y será mucho más que una fruta autóctona exquisita. 


 

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