Ayer se conoció el caso de Brian, un adolescente chileno de 16 años que, tras sacarle la tarjeta de crédito a su padre para hacer una compra por Internet (una carcasa de teléfono y una mochila), se hizo acreedor de un viaje con todo pago a la isla del sexo, donde le prometen tener relaciones íntimas ilimitadas, acceso a drogas, juegos y diversión con cerca de 60 mujeres. |