La salida de Ramírez del Banco suma nuevos y oscuros capítulos

A pocos días de la salida de Julio Ramírez de la presidencia del Banco de Chubut, el tema sigue dando que hablar. Si bien no hubo explicación oficial, a la hipótesis sobre un enojo del gobernador Mariano Arcioni por los descuentos incorrectos que hicieron estallar a los trabajadores estatales, se sumó la estrategia por el tratamiento de la deuda. 

En las últimas horas, Ramírez aseguró que “mi salida del Banco no tiene relación con ningún tipo de contratación y el Banco nunca tuvo vínculos comerciales con la consultora Global Investment Corporation S.A”. Casi en simultáneo, Arcioni expresó que el exfuncionario "va a continuar siendo una persona de consulta por su vasta trayectoria y experiencia". 

El próximo viernes se llevará a cabo la asamblea de accionistas donde se tratará su renuncia y la composición en general del directorio de la entidad. El elegido por el Ejecutivo para ocupar la titularidad de la entidad es Javier Alvaredo, hombre con experiencia en la banca pùblica y privada, y del entorno del economista y asesor de Arcioni, Miguel Peirano. 

Con el correr de los días, crece la hipótesis de que los cambios en el Banco respondieron a un viraje en la política financiera, que incluye la renegociación de la deuda de la provincia, anunciada a principios de año por el ministro Oscar Antonena, y que tendrá a la entidad provincial como protagonista. 

Según fuentes bancarias, al despido de Ramírez le seguiría el pedido de renuncia para el director comodorense Dante "Pipo" Corchuelo Blasco, otro de los integrantes de la "vieja guardia". La "limpieza" de Arcioni había empezado con Pablo Das Neves, el año pasado, y promete continuar.