*Por Alejandro De Angelis
Con la reelección del domingo 11, la gobernadora Alicia Kirchner obtuvo la legitimidad de las urnas, siendo la candidata más votada, y teniendo la certeza de que permanecerá en el poder al frente de la provincia de Santa Cruz por cuatro años más. Por tal motivo, la mandataria ya planea los cambios en su equipo, que no serán pocos.
En una entrevista concedida previo a las elecciones, la propia mandataria había reconocido que “cuando vas proyectando, para proyectar a futuro tenés que intervenir en el presente. Yo estoy pensando que el 11 de agosto puedo tener la suerte de seguir gobernando, y estoy pensando en el futuro equipo”.
Aunque aún no hay anuncios oficiales, ni se sabe a ciencia cierta a partir de cuándo la Gobernadora llevará adelante las modificaciones en su gabinete, todos coinciden en que la ratificación en las urnas permite a Alicia tener más cintura para elegir hombres y mujeres de su confianza, algo que debió ceder en el terreno de las negociaciones y acuerdos políticos en 2015.
En principio, su intención es contar con un jefe de Gabinete que conduzca a los ministros y haga las veces de nexo entre ella y los titulares de cada área. Hasta ahora, esa silla no se encontraba ocupada, aunque quien tomaba posesión de la misma era la secretaría general de la Gobernación, Alejandra Martínez.
Asimismo buscaría mantener el equilibrio logrado hasta ahora en la composición de su equipo, que contaba con igual cantidad de hombres y mujeres, algo que se vería desbalanceado con las salidas previstas de las electas diputadas Rocío García y Paola Vessvessian.
Hay lugares que quedarán libres, por partidas deliberadas o por haber sido electos en los últimos comicios; un número que crecería en octubre con las elecciones municipales, donde el Gobierno repetiría la fórmula de poner candidatos a competir en los sublemas de Acuerdo Santacruceño, y así reafirmar la fidelidad de los vencedores.
A ello se suma la puja con los otros espacios que integran el Frente de Todos, particularmente con el partido SER, del petrolero Claudio Vidal, quien al inicio de la gestión formó parte del Gobierno y aportó funcionarios al armado. Fortalecido por la gran cantidad de votos obtenidos, el gremialista buscaría ser retribuido con algunos cargos para sus hombres, o hasta su propia inclusión.
Con un ojo puesto en Buenos Aires
La posibilidad de un arribo de Cristina Fernández al Gobierno central como vicepresidenta puede modificar el ta-blero político provincial. No son pocos los actuales funcionarios que en su momento acompañaron la gestión de la expresidenta, que buscarían volver a Buenos Aires. Este condimento deja expectantes a un buen número de dirigentes.
Cuando Alicia armó su equipo en 2015, varios nombres de la esfera nacional recalaron en el Estado patagónico. Tal es el caso del ahora diputado nacional Horacio Pietragalla, que fue secretario de Derechos Humanos de la Provincia hasta 2017. También el del exsecretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, quien asumió en un puesto directivo en el Banco de Santa Cruz.
Si bien en caso de ganar Cristina ya no será la que tome las decisiones, que quedarán en manos de Alberto Fernández, la posibilidad de una vicepresidencia abre el juego para que la exmandataria se rodee de figuras que circularon en el último tiempo en cargos públicos tanto de Buenos Aires como de Santa Cruz. Esto también coincidiría con el anhelo de la gobernadora Kirchner de armar un equipo completo propio, con jóvenes dirigentes santacruceños que la hayan estado acompañando en el último tiempo.
Parece que esta vez no prevalecerá el viejo lema que reza que “equipo que gana, no se toca”. Habrá cambios, y muchos, a la espera de que la gestión mejore y se logre un mayor consenso político y social para los próximos cuatro años de gestión.
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