Mientras el Gobierno se muestra confiado en el sistema con el que llevará adelante para el escrutinio provisorio en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, la oposición está decidida a levantar las críticas contra la iniciativa y no descarta aumentar la presión judicial contra el sistema.
En concreto, las dudas del Frente de Todos y de Consenso Federal están puestas en el software que pondrá en marcha la firma Smartmatic para transmitir los telegramas desde las escuelas al centro de cómputos. Nación confirmó que el programa se entregaría después del simulacro a la Justicia y que hasta entonces habían trabajado con diferentes versiones.
"El grueso del ensayo electoral no fue auditado por nosotros. Si bien consultaron a la oposición, el oficialismo fue el único que pudo fiscalizar todo, por lo que es difícil saber todo lo que falló", afirmó el apoderado del Partido Justicialista, Jorge Landau en declaraciones a El Destape Radio.
Landau explicó sus dudas y no descartó la posibilidad de realizar una nueva presentación ante lo que llamó un “cambio de imagen” de telegramas. “El software no fue auditado y no tenemos seguridad de que no pueda ser hackeado" planteó y consignó que "el alcance del simulacro electoral del sábado fue limitadísimo" para la oposición.
"Estamos más preocupados que antes con lo que puede suceder en las elecciones" aseveró y consignó: "Los telegramas van a seguir publicándose en la web pero no van a tener el mismo contenido. El telegrama escaneado no va a ser el mismo que tenga el data entry en la pantalla, es una elaboración que Smartmatic", sostuvo.
Por su parte, Alejandro “Topo” Rodríguez, candidato a diputado de Consenso Federal y jefe de campaña Roberto Lavagna, y confirmó que se evalúa una presentación judicial para pedir que no use el sistema de Smartmatic.
"Estuvieron nuestros apoderados en el simulacro electoral y hay nuevos motivos de preocupación", afirmó y sostuvo que "entre que el archivo se envía y se lee hay cambio en el archivo y eso nos genera muchas dudas".
“Vimos el caso de un telegrama que fue enviado de una escuela y no llegó", apuntó el precandidato a diputado y cuestionó que la falta de entrega del código fuente del programa.
"Tenemos que seguir insistiendo ante la Cámara Electoral y tener aceitado el sistema de fiscalización", advirtió. "Si el Gobierno no está en condiciones de garantizar la efectividad y sigue generando desconfianza, hay que volver al sistema de papel", enfatizó.
Optimismo
El simulacro comenzó a las 9 de la mañana y a las 14 horas se habían transmitido con éxito 94.706 telegramas: 69.221 telegramas desde 9.131 establecimientos de votación y el resto desde 1.106 sucursales digitales de Correo Argentino. “Con este sistema que implementamos ganamos en transparencia, agilidad y homogeneidad en la carga de los resultados. Ahora los fiscales de los partidos podrán fiscalizar la transmisión de cada telegrama en cada una de las escuelas”, explicó el secretario de Asuntos Políticos e Institucionales, Adrián Pérez.
"El nuevo sistema de transmisión considera los lineamientos definidos por la Cámara Nacional Electoral y tiene como ventajas la mejora de la transparencia, al facilitar la fiscalización por parte de las agrupaciones políticas de la transmisión en cada escuela. Además reduce los tiempos de transmisión, procesamiento y divulgación de resultados, evita el traslado físico de los telegramas reduciendo la posibilidad de extravíos", agregó Pérez. El funcionario destacó además que los telegramas serán publicados la misma noche de la elección, lo que optimiza la transparencia y el control ciudadano y de las fuerzas políticas.
La Tecla.info fue uno de los últimos medios en retirarse del edificio del Correo Argentino en Barracas, donde se llevó adelante el simulacro. Entre los aspectos que llamó la atención, surgió que desde varias provincias se habían enviado telegramas con "incidencias" o errores. En algunos casos, más del 60% como Santa Cruz o Misiones. El caso más llamativo fue el de La Rioja, que hasta antes de las 14 no tenía ningún telegrama computado de todos los que se habían enviado. Es decir, ninguno se había leído de manera satisfactoria.
Los errores en la lectura podían deberse a que resultaran ilegibles, a una falta en la coincidencia de los datos o a que tenían anotados más votos que electores, la variable que más pesó entre los telegramas con incidencias. Sin embargo, desde la Dirección Nacional Electoral confirmaron que eso se había previsto así. Alrededor de un 13% de los telegramas, más de 12.500, tuvieron errores de lectura. |
