La renuncia del titular del Tribunal de Cuentas causó un cortocircuito entre Vidal y su vice

Este jueves se oficializó que la renuncia “indeclinable” del presidente del Tribunal de Cuentas, Carlos Ramos, en medio de un pedido de juicio político al ahora exfuncionario o otras dos vocales del organismo por incumplimiento de deberes. Sin embargo, a través de comunicación oficial, el Gobernador Claudio Vidal no hizo referencia a la dicha situación judicial, sino que se habló de ciclos cumplidos y de “oxigenar instituciones de la Provincia”.

El mandatario elogió la decisión de Ramos como “un gesto de grandeza que no es común en estos tiempos y que agradezco”, y destacó que “uno ve a algunos agarrados con garras y dientes a sus cargos, con tal de preservar sus privilegios”.

No obstante, el vicegobernador, Fabían Leguizamon, decidió adoptar una postura más dura, quebrando el clima apacible que se había instalado previamente, al asegurar que Ramos “prefirió una renuncia antes que un juicio político, que era lo que correspondía por años de corrupción y por no cumplir con su único deber de funcionario público que era controlar gastos que se realizaban con el dinero de los santacruceños”.

Sobre esa línea, acusó que “esto generó menos escuelas, menos hospitales, menos insumos y profesionales con sueldos precarizados, entre tantas otras faltas que tenemos los santacruceños desde hace décadas”.

El vicemandatario señaló que, a pesar de la renuncia, los pedidos de juicio político seguirán adelante para las dos vocales, así como la denuncia penal presentada en la Justicia.