El cambio de conducción política en la Provincia por el fallecimiento de Mario das Neves, y la posterior asunción de Mariano Arcioni, pusieron nuevamente sobre la mesa debates que parecían cerrados. Uno de ellos es el de la megaminería, por el cual el exgobernador mantuvo una cruzada decididamente en contra, impidiendo su desarrollo en territorio chubutense.
Sin embargo, los nuevos aires en Fontana 50 despertaron las expectativas de cambio en la dirección política. Sobre el tema minero, particularmente, quienes alzaron la voz pidiendo una reapertura del debate fueron varios intendentes de las localidades con potencialidad en el mercado, que reclamaron una nueva instancia de discusión en torno a la viabilidad de la actividad, sus beneficios económicos y sus límites geográficos y ambientales.
Ante ello, el gobernador Arcioni salió inmediatamente a sentar su posición. “Nuestra postura es clara: como ya lo he dicho días atrás, cuando estuve en Esquel, nosotros somos respetuosos y continuadores de la política del gobernador Mario das Neves, y estamos convencidos de lo que se firmó en la Cumbre Ambiental que se realizó en Rawson, con todos los municipios, en cuanto al rechazo a la megaminería”, manifestó el mandatario.
Sin embargo, comandados por el intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares, varias comunas empujan para que el Gobernador vuelva a abrir el debate, haciendo foco en la generación de empleo que la instalación de la actividad genera, y en las dificultades económicas actuales por las que atraviesa la Provincia, con un déficit creciente.
La realidad indica que el negocio del petróleo en Chubut transita una etapa de recesión, y difícilmente se recupere en el mediano plazo, por lo que ese motor clave para la Provincia debe ser reemplazado por otro de similar magnitud, y allí es donde entra en juego la posibilidad de la extracción de minerales del suelo chubutense, de comprobada potencialidad comercial.
En el medio, se encuentra el entramado social, que pone en un aprieto a la dirigencia política, ya que nadie está dispuesto a pagar los costos de tomar una decisión que permita cambiar la matriz productiva de la Provincia, pero que desate una condena social por las consecuencias negativas que dicha apertura puede traer aparejada. Y menos, pensando en un Gobierno que está haciendo sus primeras armas, ya sin su principal líder y con un Arcioni buscando construir su propio perfil de conducción.
Por otro lado, será clave, para definir el conflicto, la relación entre el Gobernador y el Presidente de la Nación, cada vez más cercana y asidua. Mauricio Macri tiene una postura en favor de la minería, tal como demostró en sus intenciones de cambiar la “ley de glaciares” para generar mayor expansión de la actividad, y así se lo ha hecho saber a Mario das Neves en cada encuentro que mantuvieron. Si la alineación entre ambos Ejecutivos crece, las posibilidades de abrirse a un cambio de postura también podrán ser mayores.
Por ahora, lo que piden los municipios es una apertura del debate, que permita un análisis profundo de la situación y esquive la polarización que causan las posturas ante la posibilidad de iniciar el negocio. Hacia adentro, tampoco existe una línea uniforme entre los mandatarios, con opiniones y realidades distintas. Dependerá del Ejecutivo y de sus aspiraciones políticas si abre la discusión o deja pasar el tren minero para más adelante.
Tren Minero - CH #365 by Sebastián Simonetti on Scribd
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