Con la llegada de Cambiemos al Gobierno nacional, el radicalismo encabezado por Eduardo Costa comenzó a posicionar a sus mejores referentes en los cargos nacionales con representación en Santa Cruz.
La tarea no fue sencilla y la competencia se hizo cada vez más feroz entre los dirigentes que se probaron los trajes para ocupar los mejores puestos. Sin embargo, el retraso de Nación en formalizar los nombramientos complica el panorama en la provincia patagónica.
Como premio consuelo, varios de los dirigentes que quedaron afuera de la competencia política en las últimas elecciones, vieron con agrado la posibilidad de acomodarse en los puestos que el Gobierno nacional tenía disponibles en Santa Cruz. En campaña, Mauricio Macri deslizó una frase que se convertiría en un eslogan respecto a su Gabinete: “El mejor equipo en los últimos 50 años", y ese dicho debía tener su correlato a nivel provincial. De esta manera, Eduardo Costa se puso en la delantera para acomodar a los suyos.
Como el director técnico de un equipo, el diputado radical comenzó a armar listados, y es así que su influencia se hizo notoria en los principales puestos. La potente caja de Anses era un espacio codiciado por propios y ajenos, allí se acomodó Carlos Ziehlke, su ex compañero de fórmula a vicegobernador. Lo mismo ocurrió con Omar Zeidán, el dirigente que desembarcó como titular de YCRT. En Pami, el doctor Juan José Giesenow fue otra muestra patente de la influencia costista.
Pero a pesar que todo marchaba sobre ruedas, las designaciones sufrieron un congelamiento. Las tensiones internas llegaron a la propia Casa Rosada, donde retomaron la premisa de evitar nombramientos a dedo y, de esta manera, comenzaron las propuestas por concurso; es así que en el Inta desembarcó el ingeniero José Pena.
Los berrinches comenzaron a hacerse oír en cada una de las localidades. Los interlocutores nacionales dejaron de prestar atención y áreas como Afip aún esperan sus nuevos conductores. Cabe destacar que esta delegación pasó a depender de Comodoro. Con la misma suerte corren organismos como Viali-dad Nacional, el Correo Argentino, la Superintendencia de Salud y Enacom.
En este contexto los partidos aliados de Cambiemos poco pudieron hacer. El Frente Renovador sólo pudo acomodar a Juvenal Díaz en la delegación de Anses de Puerto Deseado y el PRO a “Yuyo” Padín en Migraciones. Desde este sector, incluso, hay varios reclamos, el intendente de Puerto San Julián Antonio Tomasso no puede ejercer influencia en las voluntades de Balcarce 50.
De esta manera, el manejo por los nombramientos tensan las negociaciones entre el radicalismo, el PRO y las fuerzas aliadas. En el medio quedan las irregularidades de las gestiones anteriores, donde uno de los organismos más afectados es la Delegación de Vialidad Nacional, que hasta el momento se encuentra intervenida por Leandro García.
Mientras, los reclamos por la falta de recursos humanos se vuelven una constante y el botín de los cargos es lo más deseado en la provincia.
AFIP Y VIALIDAD
Los organismos más codiciados son también los más controvertidos
La provincia de Santa Cruz no quedó exenta de las irregularidades en las gestiones anteriores. Uno de los organismos más cuestionados fue la delegación provincial de Vialidad Nacional, donde la influencia del empresario de la construcción Lázaro Báez dejó una huella que aún es imposible de rastrear. En virtud de los distintos procesos judiciales, el Gobierno nacional tomó cartas en el asunto y nombró a Leandro García como interventor de la Delegación santacruceña. Durante la presentación del representante, el titular nacional Javier Iguacel, manifestó: “Es necesario el fortalecimiento de los distritos. Y lo vamos a llevar adelante siguiendo cuatro puntos. Uno es la honestidad absoluta y la transparencia. Eso significa cero corrupción. El segundo de los puntos es el trabajo en equipo. El tercero el profesionalismo y dedicación. Y el cuarto es ejemplaridad pública”.
El mismo panorama se repite en la Administración Federal de Ingresos Públicos. Allí la representación se encuentra bajo la responsabilidad de la sede de Comodoro Rivadavia en la provincia del Chubut. La falta de directivos complica el funcionamiento y son constantes los reclamos por la necesidad de recursos humanos. Es allí donde varios dirigentes cuentan con una amplia carpeta de currículums para ocupar los cargos vacantes.
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